Pecado original

El pecado original de esta legislatura en España se formula de la siguiente manera: amnistía por investidura. Las consecuencias de esta dentellada al Estado de derecho por parte de Pedro Sánchez son catastróficas. Desde esta óptica deben valorarse los acontecimientos políticos actuales. En ellos hay dos rasgos comunes: el ejercicio de la iniquidad y la mentira como discurso. Muerte de dos guardias civiles en Barbate y declaraciones del titular de Interior defendiendo que «el narco sabe que desde hace cinco años y medio se le está acorralando en el Campo de Gibraltar». Movilizaciones de los agricultores en toda España por el maltrato de las políticas públicas, declaraciones del ministro del ramo: «Este Gobierno es el que más apoya a los agricultores y ganaderos españoles ante los nuevos retos».

En los premios Goya, jaula de oro del cine español, los protagonistas tienen tiempo para incluir referencias ideológicas de todo tipo con un epílogo final de aurora boreal de Inés Hernand de RTVE refiriéndose a Pedro Sánchez: «Eres un icono, presi, ¡te queremos!». El ministro Bolaños acude en Barcelona a la entrega de los despachos de los nuevos jueces que ejercerán en España, y en la misma mañana declara su intención «de aprobar una ley (de amnistía) que cubra a todas las personas que estuvieron involucradas en el proceso independentista y terminar con los procedimientos penales y civiles y contables». Campaña electoral en Galicia, Zapatero reinvindica como un momento de emoción del actual gobierno socialista que España no sólo no suspendiera la ayuda a Gaza sino que incrementara la dotación para Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA).

Pedro Sánchez es el nuevo Adán de la política española. Su pecado original nos condenará a todos.