Noches de junio
INTRUSO DEL NORTE ·
Éste, de aquí a 22 días, es el verano más suave y más tolerableLas noches de junio. Van llegando vaharadas de esas noches memorables de junio. Ésas de las que hablaba el poeta Gil de Biedma. Los del ... grupo del barrio me han mandado una foto de los jazmines de la calle. Yo he comprado ambientador de jazmín, por no ser menos. Éste, de aquí a 22 días, es el verano más suave y más tolerable. Cuando el Paraíso se hace Paraíso. Cuando da gusto tener novia formal y el sueño se concilia dulce y solo.
Los indultos. Andamos sin saber mucho de ese bicho que nos ha cambiado la existencia, nos están crujiendo con lo de la luz, pero ahora el debate está en los mentados indultos o en lo que cuente Rociíto de ese culebrón que es prehistórico de unos a otros. A la opinión pública le ha dado un parraque, o yo no sé ya qué es lo que pasa.
El peor año. Hace justo un año, usted y yo sentíamos una cierta liberación. Que empezó por eso de salir a una mesa, tomar el fresco, ver al otro, y entender que hay rutinas en las que va nuestra propia existencia. Al arribafirmante le dio por organizar veladas en una terraza que no era la suya. Pero el dueño consintió, claro, porque sabe lo que llevamos sufrido desde entonces. Demasiado. Acaso después de la euforia, se ha quedado en nuestro cerebro emocional algo de año perdido y de una desconfianza tremenda en quienes han de gestionar la cosa pública.
Málaga está de dulce y lo cuenta este periódico. No serán pocas las multinacionales que elijan esta bendita latitud para ponerse en marcha. Frente a los que vocean por sistema el abandono empresarial de nuestra zona, hay que responderles con estos datos y estas promesas. El sur, como el Hombre, necesita expectativas para levantarse y construir lo que sea.
El entusiasmo. Mi amigo Ondarra (25) está ilusionado con sus musas, sus comidas legionarias y todo eso de la edad. Yo he envejecido prematuramente. Por eso necesito unas vacaciones, acaso un accésit de aquel entusiasmo vital que, hace una década, tan bien nos hizo.
Lo de Amenábar. Amenábar, Amenábar, moro de la morería... el Festival ha premiado al realizador, y nosotros que nos alegramos. No es nuestro cine, pero en Amenábar hay cine mientras que en otros sólo hay subvención y revanchismo. Amenábar es el camino a Hollywood de muchos, que es de ida y vuelta y que enriquece a una parte y a otra. Nosotros somos más de Garci, pero esto del cine, como los toros, es una cuestión de quien antes y mejor te llegue al alma.
Parque Martiricos. Hay agua, y pérgolas, y familias que pasean cuando la tarde se pone lírica entre las altas torres. Era un parque necesario, otro respiradero verde para la ciudad. A veces el Urbanismo acierta, y debiéramos hacerle más caso.
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