NECESARIA UNIVERSIDAD

La Universidad siempre ha estado sujeta a los vaivenes propios de la época que ha transitado. No es nada nuevo. De cómo se manejan las diferentes situaciones en las que se ve envuelta depende en parte el futuro de esta necesaria institución. De hecho, la vasta tradición cultural que atesora siempre pretende preparar a los estudiantes para el futuro en medio de la tormenta de turno. En este sentido, conviene recordar que la Universidad en no pocos casos es el comienzo explícito de la propia responsabilidad ante la vida: la actitud que se adopta ante ella acaba reflejando en la mayoría de los casos la actitud que se adoptará más tarde. El análisis de las infraestructuras, demandas o evaluaciones se suman al trabajo, investigación o aprendizaje de quienes habitan la Universidad. Y se debe hacer para alcanzar metas. Altas metas. Málaga se merece una excelente Universidad. Alejada de la mediocridad. Por eso interrogarse, colaborar y luchar son verbos que hay que pronunciar sin descanso para que el tiempo y espacio universitario gocen de la mejor versión. Porque no nos hacemos universitarios para nosotros mismos sino para los demás.

La Universidad debe salir de ella misma para experimentar la realidad donde se mueve y a la que sirve. Necesita pisar la calle con mucha frecuencia. Seguir el devenir social. Nada de ensimismarse o alimentar endogamias. Siempre hay que mirar más lejos. Y teniendo en cuenta algo especialmente delicado: que el estudio de cualquier disciplina o carrera tiene pleno sentido cuando se convierte en vehículo para aproximarse críticamente a la realidad que nos rodea. En su totalidad. En este sentido, todas las disciplinas son necesarias. También la Teología. No olvidemos que el tema Dios está al orden del día en las sociedades. Porque si queremos que la sociedad progrese es necesario conocer mucho y bien el entorno para colaborar activa y eficazmente en la trasformación de las estructuras indeseables. En definitiva, ya que la tradición universitaria española es espléndida, revitalicémosla con sólidas bases capaces de colaborar al perfeccionamiento de la sociedad.