¿'Menas-Erasmus' o unos pobres desgraciados?
La Fiscalía ha abierto varios expedientes en Málaga por una modalidad de abandono que la policía ha bautizado con el nombre frívolo de 'menas-Erasmus'. ... Familias marroquíes viajan a España como turistas con el objetivo de dejar aquí a sus hijos, confiando en que el sistema de protección los acoja. El procedimiento es terrible, sobre todo para los menores, pero resulta descorazonador ver cómo se entiende y se juzga en los comentarios de la noticia. Llamarlos 'menas-Erasmus' es una forma de convertir el drama de la pobreza extrema en una caricatura de oportunismo. Como si abandonar a un hijo adolescente en otro país fuera una decisión tomada desde la comodidad, y no desde la desesperación.
Llegan con sus padres en avión, algunos con zapatillas de marca y móvil. Y eso basta para que muchos concluyan que no son desgraciados que huyen de la miseria, sino que los dejan aquí por capricho, para aprovecharse del sistema ¿Preferiríamos que llegaran en patera jugándose la vida? No sé cuánto cobran las mafias por cruzar el Estrecho, pero desde luego no es barato. ¿Únicamente merecen protección los menores que nacen en países privilegiados?
La mayor parte de los comentarios giran en torno a esta tesis: abandonan a sus hijos para aprovecharse de los recursos sociales españoles. Y es verdad, aunque sea por una situación de mierda, pero no es toda la verdad. No hace falta ser padre para intentar ponerse en su lugar. ¿Cómo de pobre y desgraciado tienes que ser para dejar a tus hijos solos en otro país porque quieres evitarles un futuro de miseria? ¿Una familia que hace eso busca aprovecharse del sistema o es que está desesperada? ¿Alguien se imagina que unos padres con las necesidades básicas cubiertas fueran capaces de dejar a sus hijos en un hogar de millonarios si tuvieran la garantía de que los iban a criar 'para aprovecharse de sus privilegios'?
En lugar de preguntarnos ¿cómo se atreven a venir? podríamos preguntarnos ¿Por qué lo hacen? y en vez de criminalizar a los menores, podríamos exigir políticas migratorias más humanas, sistemas de acogida dignos y cooperación internacional que aborde las causas estructurales de la migración.
Hay quien considera 'buenismo' sentir pena por personas que no han tenido la suerte de nacer en un país como España. Yo lo llamo tener compasión, pero quizás nos hemos deshumanizado tanto que ya no vemos personas desesperadas, ni siquiera menores. Sólo vemos casos, expedientes, problemas...
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