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Con la llegada hoy a María Zambrano del primer tren de Ouigo, se completa la primera fase de la liberalización ferroviaria en la Línea de ... Alta Velocidad Málaga-Córdoba-Madrid. Desde mañana, cuando comiencen las operaciones comerciales (lo de este miércoles es un acto protocolario), la Costa del Sol tendrá el mayor número de frecuencias de su historia con la capital española: serán 21, por norma, y hasta 22 trenes de ida y otros tantos de vuelta, cada día. Es prácticamente un puente ferroviario, puesto que en cualquier momento del día puedes llegar a la estación y coger el siguiente ferrocarril que salga; y con precios que no soñábamos hace apenas dos años, cuando el desembarco de Iryo ya empezó a abrir el mercado.
Las posibilidades son tremendas: con semejante despliegue de recursos, y con la ayuda de la tecnología, ya es fácil vivir, trabajar y hacer negocios a caballo entre las dos ciudades. Mi añorado maestro Manolo Becerra (qepd) ya lo predijo, hace casi 20 años, en uno de sus artículos visionarios sobre lo que supondría el AVE, cuando llegó por primera vez a la recién bautizada estación María Zambrano, en diciembre de 2007. Para el turismo, mucho más, y en ambos sentidos, que siempre hablamos de los (muchos) que vienen, pero pasar el fin de semana en Madrid, mitad cultural, mitad de taberna y cachondeo, es un gustazo en cualquier época.
Así que la conexión con la capital ya está bien cubierta, y ahora toca poner el foco en los movimientos entre el resto de ciudades con alta velocidad. Es cierto que la demanda nunca será tan elevada, pero con la red que tenemos, que está entre las más extensas y potentes del mundo (hay que decirlo así, con orgullo), no se comprende que para ir a muchas otras ciudades todavía el coche sea la primera opción. Se me ocurre pensar, por ejemplo, en Valencia y Alicante, donde sería factible activar conexiones directas, al menos los fines de semana. Aunque ya existen, también hay que aumentar las frecuencias a Barcelona y Zaragoza, y empezar a plantear viajes a Valladolid y a Galicia.
Sin ir tan lejos, en Andalucía, ya es hora de que se termine de una vez el baipás de Almodóvar, y tampoco estaría mal una línea privada Málaga-Sevilla, que mejore los actuales servicios de Renfe. Y lo de la pseudo alta velocidad de Granada, que es un atentado, se tiene que corregir ya.
La liberalización de las redes ferroviarias está siendo un éxito indiscutible, y por eso se tiene que permitir a los nuevos operadores que establezcan todos los servicios e interconexiones territoriales que los viajeros puedan soñar...
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