Málaga paga vía impuestos en un año lo que vale el tren
Uno de los hándicaps que suele plantearse contra el tren de la Costa del Sol es que es un proyecto muy caro para llevarlo a ... cabo. Los expertos calculan que habría que invertir un mínimo de 2.500 millones (la opción más barata), aunque la cifra se puede acercar hasta los 5.000 millones de euros. Desde luego es una cantidad respetable, aunque habría que preguntarse qué aporta Málaga al conjunto del Estado vía recaudación de impuestos.
Pues bien, sólo el Estado, o sea sin tener en cuenta a los ayuntamientos y a la Junta de Andalucía, recauda en Málaga la friolera de 4.685 millones al año. Este dato es del año pasado, cuando aumentó un 5,5% la recaudación estatal en la provincia. No está mal, vamos que en un año se recauda lo que vale el tren de la Costa del Sol. Es cierto que de esos impuestos sale el dinero para pagar los servicios básicos como sanidad y educación, además del sueldo de los funcionarios, pero es una cantidad más que suficiente para destinar parte del mismo a sufragar este proyecto que resulta básico para la movilidad sostenible en la Costa del Sol. Hay que tener en cuenta que también se pueden obtener fondos europeos y que incluso se puede ahondar en la financiación público-privada de la obra, que podría sacarse a concurso simultáneamente con la gestión del servicio.
Seguramente más de un operador privado optaría a la misma. No hay que perder de vista el principio de caja única del Estado, pues ayuda a sufragar inversiones en provincias o comunidades en las zonas menos favorecidas económicamente del país. Es decir, hay que mantener este principio de solidaridad entre españoles. Sin embargo, también hay que tener una visión económica de las inversiones, pues sin duda este proyecto provocaría que hubiera mayor trasiego económico en la Costa, que eso después se traduce en más recaudación para el Estado, que tendría más dinero para repartir entre los menos pudientes. Igualmente, es muy peligrosa la sensación de agravio que se puede sentir en Málaga si se comprueba que por razones puramente políticas, o mejor dicho, de aritmética parlamentaria, el Gobierno se vuelca en Cataluña con las inversiones para mantenerse en el poder mientras aquí nos quedamos a dos velas.
Se calcula que el tren costaría casi 5.000 millones (la versión más cara) y el Estado recauda en la provincia 4.685 millones al año
No es plan de pedir una financiación singular para Málaga como reclaman ahora los independentistas para investir a Salvador Illa como presidente de la Generalitat. No es eso, pero no se puede consentir que nos tomen por tontos, porque aquí se recauda mucho dinero y hace falta mejorar las infraestructuras para que la provincia siga avanzando en beneficio de todos. Repito, de todos, porque si a Málaga, que es una de las locomotoras económicas del país (es la séptima provincia que más aporta en impuestos estatales), le va bien, al resto del Estado le va bien. Además de la cuestión económica hay que pensar en los beneficios medioambientales que trae consigo el uso del ferrocarril, pues serían miles de usuarios los que dejarían de utilizar el coche, con el consiguiente descenso de las emisiones de CO2, sin olvidarnos del beneficio social, ya que también hay miles de personas que no pueden moverse de una manera asequible por la Costa del Sol porque no disponen de automóvil y si lo tienen no pueden permitirse llegar en un tiempo razonable a Marbella porque no pueden pagar la autopista, que no hay que olvidar que es la más cara de España.Con esta base, es lógico que los malagueños apuesten de una manera clara y diáfana por el tren de la Costa del Sol.
El manifiesto que ha impulsado este periódico ha reunido en apenas una semana casi 25.000 firmas. Son muchas, sobre todo, si se tiene en cuenta que en este tipo de iniciativas se suelen hacer a la contra de algún proyecto en particular, lo que suele despertar más simpatías a la hora de firmar. No hay duda de que entre los firmantes hay ciudadanos de todas las opciones políticas. Y de eso se trata, porque esto no va contra un partido en particular, sino a favor de toda la ciudadanía. Estamos cargados de razones, entre ellas, las económicas…
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