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Sr. García .

Lenguaje doméstico

Los electrodomésticos nos conocen mejor que nadie de puertas para adentro y a veces se toman demasiadas confianzas

Sábado, 21 de mayo 2022, 00:27

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Los electrodomésticos leen mis pensamientos más íntimos y los repiten en voz alta una y otra vez como si recitaran una letanía. Un nombre, una ... frase, una obsesión que no para de sonar dentro de la cabeza. El ventilador, la lavadora automática, la nevera o el lavaplatos, sin duda tienen conciencia de los sucesos violentos que invaden la actualidad y gritan: «Putin, Putin, Putin», «Covid, Covid, Covid». También mencionan los asuntos que alteran la vida cotidiana, por ejemplo: «Declaración de la renta, declaración de la renta, declaración de la renta», «Calima, calima, calima». Hay ocasiones en que los aparatos me sorprenden con palabras que no vienen a cuento. El otro día la lavadora no cesaba de repetir: «Steaua de Bucarest, Steaua de Bucarest, Steaua de Bucarest». Yo oigo este misterioso lenguaje en silencio. No suelo responder, pero me intriga cómo averiguan el nombre de las personas y circunstancias que absorben nuestro interés. Las voces domésticas también dictan consejos: «Olvídalo, olvídalo, olvídalo» o «Mándalo a la mierda, mierda, mierda». Asimismo ordenan actos que soy incapaz de ejecutar, porque una cosa es mandar a la mierda a alguien y otra matarlo. Respecto a las relaciones amorosas resulta imposible mantenerlas en secreto. La lavadora y el lavaplatos no cesan de pronunciar su nombre. Las aspas del ventilador lo proclaman a los cuatro vientos. Entonces aprieto los párpados para no seguir oyéndolos durante todo el día.

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