Secciones
Servicios
Destacamos
La gasolina es un compuesto volátil e inflamable. Casi tanto como la verdad. Al menos, como la verdad que nos intentan hacer creer: la de ... los discursos del mundo feliz, de la supuesta descarbonización, de la movilidad sostenible y de tralará. De niño me enseñaron que a eso se le llama cuentos chinos, que, dicho sea de paso, sí que son los número uno en coches eléctricos. Pero hay otra versión, en la que la mayoría no vamos a lomos de unicornios azules de cero emisiones. Esa es la dura realidad, a secas, la de la calle y la vida de los otros, que son casi todos.
En la verdad verdadera, en Málaga los datos oficiales dicen que cada día nuestros coches queman tanto combustible como siempre. Por ese siempre, entendemos como antes de la pandemia, que nos cambió un poco a todos. O no. La hipótesis de partida que nos planteamos mi compañera Alba Martín y yo, sentados ante un chorro de datos que ni en Matrix, fue que cada vez se venden más turismos híbridos y eléctricos. Por tanto, lo lógico sería que el consumo en las gasolineras fuera bajando. NI de coña. Frente al discurso oficial sobre la supuesta mejora de la movilidad sostenible, la realidad es que desde el coronavirus (2020) el gasto no ha parado de aumentar en la provincia.
En los mundos de Yupi, todo hijo de vecino tiene de sobra para comprarse un Tesla súper molón, y un aparcamiento para colocar el enchufe y cargarlo por las noches, como si fuera un móvil con ruedas. El que no llega a ese nivel, al menos se podrá permitir un híbrido, que gasta mucho menos y que a ratos, no hace ruido. En el mundo real, el de las criaturas que necesitan un coche para venir a Málaga a trabajar desde Rincón, Alhaurín y Cártama, que es donde se han podido comprar el piso porque en la ciudad es imposible, las tartanas viejas que andan con los cojinetes cambian de manos como los cromos de Holy Cards: el mercado de ocasión triplica al de vehículos nuevos y los que se venden tienen casi 14 años de media. O sea, que son adolescentes.
Pero es que ni siquiera los que acceden a estrenar un coche nuevo lo tienen claro, y el balance de matriculaciones del año pasado es una prueba. De nuevo, es verdad que crecen los híbridos y los eléctricos, pero la estadística dice que los de gasolina y los diésel de siempre siguen siendo algo más de la mitad de los turismos que se matriculan. Así que menos lobos, Caperucita, que ni estamos descarbonizando la movilidad ni este Gobierno tiene ninguna intención real de empujar en esa dirección. Que eso vale mucho dinero, y el dinero, como la gasolina y como la verdad, también es volátil.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
A prisión el hombre acusado de yihadismo en Burgos
BURGOSconecta
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.