Toca sentido común. Como nunca. Ni es la hora de hacer política ni corresponde juzgar en este momento si el Gobierno, la OMS o la ... Junta de Andalucía han actuado con diligencia ante la crisis del coronavirus. Entre otras cosas, porque para empezar, ha venido para quedarse, para convertirse en una infección respiratoria más del catálogo que nos castiga cada invierno, como antes se incorporó la gripe A.
Vaya por delante que soy un escéptico sobre la proporción de las medidas que se llevan aplicando desde hace semanas para hacer frente a la pandemia. Tiempo habrá de ponderar si nos pudo el pánico antes que la prudencia. Pero ahora toca 'frenar la curva'. Lo explicó muy bien este miércoles Fernando Simón, el hombre designado por Sanidad para gestionar esta alerta sanitaria.
No es un problema de mortalidad ni siquiera de gravedad, salvo en los casos excepcionales donde la edad o las patologías previas actúan como acelerantes de un contagio que protagoniza un bichito de fácil propagación y para el que áun no hay vacuna.
Se trata, precisamente, de eso: de hacer frente a su carácter escurridizo para multiplicarse, de hacerse masivo a través de simples gotitas de saliva o el siempre sutil sendero del tacto. Por eso hay que reducir el gráfico, frenar esa constante curva ascendente que expresa su versatilidad y facilidad para expanderse entre nosotros y colapsar los servicios sanitarios.
Lo mejor, llegados a este punto, es lo de siempre: sensatez. Seguir las indicaciones de los médicos, evitar la convocatoria de aglomeraciones, el contacto físico y, sobre todo, lavarse las manos constantemente. Porque incluso si llega, lo más probable es que nos quedemos en casa, puede incluso que asintomáticos, apenas con un Paracetamol, agua y paciencia.
Por ese motivo, esta estampa de supermercados esquilmados dice poco de nosotros. O mucho, en realidad. Somos de crear pronto apocalipsis donde no los hay, de hacer acopio como si se nos viniera encima una tormenta de arena. Y los deberes que nos ponen son simples: no multiplicar el colapso, frenar la curva.
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