Estación María Zambrano
María Zambrano no sólo es una estación, también un puente de concordia entre España e Iberoamérica
SEBASTIÁN GÁMEZ MILLÁN. PROFESOR Y ESCRITOR
Jueves, 20 de noviembre 2025, 01:00
Un 20 de noviembre de 1984, tras un exilio de más de 40 años, regresó a España María Zambrano, y a la pregunta de si ... echaba de menos su país respondió que nunca se había ido de España. Ironías del destino, la UNESCO declaró en 2005 el Día Mundial de la Filosofía el tercer jueves de noviembre. Uno de los espacios a través de los cuales Málaga recibe y despide a más personas es la Estación María Zambrano, como el aeropuerto se llama Pablo Picasso, los nombres de dos de los hijos de la Edad de Plata más internacionales de la ciudad.
Sin embargo, no poca gente desconoce quién fue esta filósofa nacida en Vélez-Málaga, hija de madre y padre maestros, heredera de la Institución Libre de Enseñanza, integrante de la Generación del 27, que participó, junto con Lorca, Cernuda y tantos otros, en las Misiones Pedagógicas, una de las aventuras educativas más extraordinarias, testigo lúcido del siglo XX, Premio Príncipe de Asturias de la Comunicación (1981) y primera mujer en alcanzar el Premio Cervantes (1989). ¿Por qué no hay una escultura de ella allí junto con paneles informativos que inviten a quienes van y vienen a conocer la admirable trayectoria de esta pensadora? ¿Por qué los pasajeros no se llevan a través de un QR una selección de fragmentos acerca de asuntos tan relevantes como actuales que a todos nos conciernen?
Por ejemplo, de la fragilidad democrática, donde define esta forma de organización política como «la sociedad en la cual no solo es permitido, sino exigido, ser persona»; La agonía de Europa, donde indica que «todas las culturas realizadas, y aun las utopías, son ensayos de ser. Y las formas que han alcanzado una mayor vigencia son las que se han ceñido más estrictamente a la estructura de la vida humana, siempre en esperanza de su renacimiento»; de la piedad, entendida como «saber tratar con lo otro»; la búsqueda de la paz como utopía irrenunciable; de por qué se escribe -«el secreto se revela durante la escritura», lo que vale para cualquier investigación o proceso de creación que merezca llamarse así-; de la razón poética, una razón que amplía los cauces de la razón moderna, integrando conocimiento, sentimientos y espiritualidad, que media entre las razones del corazón y de la razón, y que consiste en «descifrar lo que se siente»; de la condición humana, condenada a padecer su propia trascendencia en vida; de la esperanza como aquello que nos constituye...
Organizado por la Asociación Colegial de Escritores de España, Sección de Andalucía, recientemente se ha celebrado el congreso internacional 'María Zambrano y las escritoras del 27', como preludio de lo que será el centenario, donde se han abordado asuntos como por qué fueron marginadas, cómo se configuró el canon, cuáles son algunas de sus principales contribuciones, todo ello acompañado de poesía y excelentes cantantes y músicos. Poco antes se celebró el 'I Congreso Internacional Puerto Rico-España: de la ley de sefardíes a la propuesta de nacionalidad reparativa para Puerto Rico', organizado por la Universidad de Puerto Rico en Bayamón, coincidiendo con el 85 aniversario de la publicación de Isla de Puerto Rico, que inspiró la Constitución de este país y donde se ha encontrado correspondencia inédita, así como ideas germinales que desembocaron en Persona y democracia. En efecto, María Zambrano no sólo es una estación, también un puente de concordia entre España e Iberoamérica.
Y en el día internacional de la Filosofía se celebrarán distintas actividades en Vélez-Málaga y en la UMA organizadas por la Fundación María Zambrano y el Ayuntamiento de Vélez-Málaga, como ensayo a la próxima creación de la Cátedra de Filosofía María Zambrano. Asimismo, se inaugurará la exposición Mirar la palabra, pensar la imagen. Fotografías de Sergio Romero, además de conferencias. ¿Qué podemos hacer para que esta pensadora universal sea estudiada en los bachilleratos de Andalucía y de España? Hace algunos años estuvo en la prueba de acceso a la universidad de la comunidad. Pero me temo que incluso entre una parte considerable del profesorado se menosprecia, como tantas veces, por desconocimiento.
Además de una estación de tren y un puente de concordia entre orillas del Atlántico, María Zambrano es una mano tendida que nos acoge y abraza solitaria y solidariamente. Por ello, como confesaba Cioran, quisiéramos contar con su presencia «en los momentos cruciales de una vida», «para que nos revele y explique a nosotros mismos», «y nos reconcilie con nuestras impurezas como con nuestros callejones sin salida». Hizo de la filosofía y de la poesía ejercicios espirituales con los que se moldeó y los elevó a canto, a celebración: «amo mi exilio»: «no siendo nada o apenas nada, por qué no sonreír al universo, al día que avanza, aceptar el tiempo como un regalo espléndido». Nos vemos en María Zambrano: no tienen más que abrir sus libros y leerse.
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