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El alféizar

Devoción magna y ejemplar

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Lunes, 28 de mayo 2018, 08:01

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La expresión religiosa de fe católica que Málaga vivió este sábado en sus calles testimonia la devoción extraordinaria que el pueblo, millares de ciudadanos, tiene hacia María de Nazaret, la Madre de Cristo. La multitud congregada para la procesión Magna con motivo del 150.º aniversario del patronazgo de Santa María de la Victoria y el 75 de su coronación canónica da cumplida cuenta de ello. ¿Qué hay detrás de tanta devoción y tanto cariño hacia esta mujer que vivió entre nosotros hace más de veintiún siglo? El sábado Málaga mostró el rostro femenino más bello de la historia. Una mujer de fe y de extracción social pobre que además de ser madre fue emigrante, refugiada, viuda y exiliada: huyó con su familia a Egipto donde se refugió, enviudó antes del asesinato de su hijo y fue exiliada a Grecia junto a uno de los discípulos de Jesús, según la tradición.

Esta mujer madre de Jesús de Nazaret, al que los cristianos reconocen Dios y hombre verdadero es además una mujer de bandera, basta leer el canto del Magníficat que recoge el evangelista Lucas, para leer expresiones referidas a Dios del tipo «derribó del trono a los poderosos, ensalzó a los humildes» o «a los ricos los despidió sin bienes». No estamos, por tanto, hablando de una mujer de un perfil obsoleto en la actualidad, sino de un perfil absolutamente contemporáneo porque además de su denuncia sobre las desigualdades sociales y su reflexión sobre cómo Dios está del lado de los más pobres, su personalidad marcadamente espiritual y contemplativa pone en valor lo que San Juan Pablo II definió como «el genio femenino».

Tanto la Magna, que Málaga vivió espléndidamente el sábado, como los días previos con los besamanos a imágenes marianas sagradas, expresan devoción por una mujer ejemplar, actual y que para millares de creyentes no es reliquia del pasado sino que permanece presente y viva en medio de la vida de nuestros barrios, aunque la cal de las fachadas siga viviendo al límite. Quizá por eso junto al cariño, esmero y devoción expresado en este mes de mayo a María, quepa destacar todo el bien que sus hijos, siguiendo el ejemplo de la madre de Jesús, han hecho en quien peor lo pasa con la crisis que no ha terminado de pasar. Conviene recordar que María, además de auxilio para los cristianos, es reconocida como ejemplo de vida.

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