Crónicas del extrarradio
La amnistía es el oro triste de la política. La democracia al peso. Una lectura de la ley al revés. El extrarradio de nuestra Constitución. ... Emiliano García Page esta semana nos habló del peligro de la frontera. Del territorio en el que ahora habita el sanchismo tras el último pacto alcanzado con Junts para blanquear los delitos de terrorismo. La vida a través de un cristal sucio. El regreso de la política poligonera de trazo grueso con música de Los Chichos. Lo quinqui como discurso. La irrupción de personajes de sesión de tarde como Óscar Puente o Santos Cerdán sacados de 'La estanquera de Vallecas' con su discurso faltón de derrape y exceso.
Félix Bolaños nos vendió su proyecto de ley como una norma de tal precisión jurídica y rigor académico que había que tomarla como ejemplo de perfección. A la vuelta de pocas semanas, conocemos el catálogo de enmiendas que necesita para sortear su anticonstitucionalidad. Una nueva chapuza de la factoría Moncloa. Los mismos políticos y periodistas que defendieron el concepto 'terrorismo machista' para calificar los cantos soeces de unos colegiales, son los que ahora nos quieren vender la moto del carácter angelical de los delincuentes secesionistas. El primero que entendió el peligro real del Tsunami Democrático fue el mismo Pedro Sánchez. En su visita a Barcelona en octubre de 2019 a los policías heridos, las cámaras pudieron captar a uno de sus escoltas con un subfusil entre manos, a otro con un maletín desplegable antibalas y a un tercero, con un paraguas blindado. Si tan claro está para el sanchismo sociológico que la respuesta de estos grupos violentos no fue terrorismo, ¿por qué se empeñan en enmendar la enmienda?
El extrarradio es la patria putativa de esta nueva política quinqui de amnistía y mentiras. La España del camina o revienta, de la panda y la subvención, en la que no cabe un listo más.
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