Nos explicaron la ciudad y la historia como una sucesión de hechos y cosas: medieval, renacentista, barroca, decimonónica... Nadie nos dijo que gracias a sus ... acueductos, las ciudades romanas sobrevivieron a asedios y mil años al medievo. La necesidad ha sido siempre la madre de la ciencia. El urbanismo avanza más contra la enfermedad que con los teóricos de la ciudad perfecta. Las grandes reformas de las ciudades europeas han venido a lo largo del XIX y del XX ensanchando calles y ventilando interiores en su lucha contra sucesivas epidemias. Mucho antes, se consiguió atajar el cólera reconduciendo las aguas negras. Todavía hoy, a los que defienden rehacer la ciudad a base de ensanchar vías se les llama higienistas.
Contra la pandemia otra vez nos cocinan el mismo plato de sanas urbanizaciones de extrarradio. Pero el coste en servicios e infraestructuras de las arcadias de baja densidad es 10 veces superior a los pisos de toda la vida. El virus ha ganado la primera batalla a la ciudad, pero ha sido en nuestros espacios compartidos y en nuestros transportes públicos. La ciudad concentrada progresa. Es preciso rediseñarla limitando movimientos para hacer más anchos sus espacios, habilitando corredores de bicicletas y concentrando servicios por cada barrio con radios de distancia de 15 minutos a pie. Aunque Málaga se ha estirado bien hacia el Este y el Oeste deslizando su urbanismo sobre los dos litorales, la mitad de la ciudad ha crecido tierra adentro, maciza, con el cauce del Guadalmedina como único espacio de esponjamiento. En ella una edificación obsoleta, con una edad media superior a 50 años, se une a un callejero a todas luces insuficiente. No hay más remedio que echar las fachadas más atrás, si el colectivo sanitario viene a pedirnos aceras más amplias. Las ciudades ya hechas solo pueden ensancharse a base de crecer hacia arriba. La ciudad postcoronavirus tendrá que ser más vertical. Será necesario más de un borrón para hacer una cuenta nueva. Pandemia City debe ganar la guerra al coronavirus. Hay futuro urbano, habrá que ponerle un lema: 'mens sana in civitas sana'.
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