Más campaña que investigación
La comisión del PP para acorralar a Sánchez por los escándalos se revela ineficaz al ser utilizada por él y los partidos para legitimarse en la legislatura
Viernes, 31 de octubre 2025, 01:00
La comisión de investigación forzada por el PP en el Senado para interrogar a Pedro Sánchez sobre el 'caso Koldo' se demostró ayer del todo ... ineficaz, si el propósito era además ponerle contra las cuerdas. Como era previsible, se convirtió en un desordenado intercambio de preguntas y respuestas e intentos baldíos de acusación, saldados con demasiado ruido. El cara a cara entre los senadores y el presidente del Gobierno -tenso en el turno de la oposición, empático con sus socios de investidura- tuvo más aire de campaña para legitimar posturas en la legislatura que de proceso para esclarecer las zonas oscuras de la trama de mordidas presuntamente urdida por Koldo, Ábalos y Cerdán. Hasta el punto de empañar el necesario control político de esta mesa.
Por increíble que parezca, el foro para repasar el cerco judicial al entorno de Sánchez derivó en cuestiones ajenas al motivo de la comparecencia, en la que salieron a relucir el artículo 155 en Cataluña o la transexualidad. Es lo que Sánchez llamó un «circo», «encantado» pese a todo del protagonismo obtenido ante parlamentarios mucho menos avezados. Salió prácticamente indemne de la «encerrona» con contraataques al PP por los sobresueldos del 'caso Bárcenas', las eventuales contradicciones de Núñez Feijóo en sus nóminas o la «Policía patriótica». Incluso, con un exceso de sorna impropia del trance. Frente a las «chistorras» de sus antaño estrechos colaboradores, replicaba con«los bizcochos» con los que se pagaba en la trama valenciana de la Gürtel. El 'y tú más' frente al «diga por una vez la verdad» con la que el senador del PP le fustigaba sin éxito.
Fue Carla Antonelli (Sumar) la que puso el dedo en la llaga al preguntar a Sánchez «¿por qué volvió a contar con Ábalos en las listas electorales?» tras cesarle como ministro de Transportes, donde urdió buena parte de los tejemanejes. De nuevo, sin respuesta convincente. Mientras otro socio como el senador de EH Bildu Gorka Elejabarrieta interpretó que el encarcelamiento de Santos Cerdán obedecería a un castigo por su interlocución con la izquierda abertzale. Con todo, que Sánchez reconociera que recibió pagos en efectivo para liquidar gastos contra factura en el pasado, una práctica «absolutamente legal», es un escaso bagaje para una comisión montada para desgastar al presidente por la presunta corrupción que salpica a su entorno político y familiar. Una investigación que, con independencia de nuevas comparecencias, avanza en los tribunales de justicia.
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