El sueño de Remón
Rafael J. Pérez
Lunes, 17 de abril 2017, 07:54
Remón, subteniente del cuerpo de legionarios, que desfilaba en el Jueves Santo malagueño, conocido por su característica extensa barba, falleció sin haber visto hecho realidad ... un deseo. La memoria de nuestros seres queridos la honramos haciendo posible sus deseos y por eso se buscó que lo que anhelaba en vida José Sánchez Remón, pudiera hacerse realidad: que los niños hospitalizados pudieran sentir el Jueves Santo malagueño. La Congregación de Mena y la Legión se volcaron y apoyaron la iniciativa. Como en otras ocasiones, como ocurre con otro tipo de actividades, ésta fue aprobada por padres, familiares y responsables sanitarios.
Justo hace una semana entraron en el Hospital Materno Infantil una escuadra de gastadores legionarios que sumaría junto a su contribución a la paz un gesto bello y delicado: visitar a los pequeños hospitalizados.
El sueño de Remón comenzó en la planta de oncología, donde un pequeño de unos tres años recibió emocionado a los legionarios; estaba hospitalizado desde temprana edad y había sido abandonado por sus padres. A otro niño un cornetín le rescató la sonrisa mientras agarraba el suero con una manita. A otros les sorprendió el particular y solemne desfile de la Legión en la ludoteca.
A veces la vida da un respiro en medio del dolor. En otras descubres como las ideologías pretenden ensuciar un dulce sueño. Esto último tiene especial gravedad cuando se ataca a la infancia. Conviene recordar que los niños dedican largo tiempo a mirar cuanto les rodea: es su forma de abrirse a la realidad.
Los niños y niñas nunca estuvieron tan protegidos. Tampoco tan apaleados como en la actualidad. La infancia reúne la bondad y maldad adulta en la mayor ceremonia de la distinta compasión existente. En una sociedad como la nuestra que se jacta de respetar a los niños, hay de todo. También quien en nombre de no se sabe muy bien qué ataca bellas iniciativas.
Lo que el Lunes Santo ocurrió en el Materno Infantil quedará grabado para siempre en los corazones de los pequeños. En esta ocasión, los comentarios e ideologías no pudieron detener al corazón. En esta visita se constata que el amor deja de tener forma de corazón para convertirse en el sueño de Remón. Un sueño que tendrá continuidad: en la Semana Santa malagueña del 2018 cuando los niños que estén recuperados irán a la capilla de Mena acompañados de la escuadra de la Legión.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión