Mamá, teta
Rafael J. Pérez
Lunes, 13 de febrero 2017, 09:27
Recientemente un grupo de madres ha organizado la primera 'sesión teta' en un cine de Málaga. La iniciativa, impulsada por Mama Tribu, ya cuenta con ... el visto bueno del Yelmo Rincón de la Victoria. Esta información salió a la luz casi en paralelo con otra que contaba que el papa Francisco animaba a las madres a amamantar a sus hijos en público sin miedo.
La escena no podía ser más solemne: el bautizo de 28 bebés en la Capilla Sixtina en el día en el que se conmemoraba por la Iglesia Católica el Bautizo de Jesús. La ceremonia con tantos bebés en un sitio que les es ajeno a los más pequeños no podía desarrollarse de otra manera: un bebé arranca en llanto, seguido por otro y por otro. Ante esto la reacción del Papa fue expresar comprensión hacia la situación y animar a las madres a que amamantaran a sus hijos, tal y como María amamantaba a Jesús. Un gesto de apoyo a la lactancia, reflejo de la más absoluta normalidad, convertido en noticia en un mundo que no siempre apoya la responsabilidad que supone ser padre o madre.
Paradójicamente cuando el topless reina en lugares públicos como son las playas y prácticamente a nadie molesta, sí molesta que se dé en público el pecho a un hijo. ¿Olvidamos que somos mamíferos? ¿Somos tan delicados y pudorosos que incomoda ver cómo una madre da de amamantar a un niño? ¿O será que nos interroga la visión de la ternura y la vida nueva en una sociedad que se cierra a la vida?
Será por el ritmo que la sociedad impone, por la falta de sensibilidad o por cualquier otro motivo, pero lo cierto es que las decisiones que rodean a la paternidad son, con frecuencia, diana de comentarios acerca del cuándo, el cuánto y el cómo. Y es que cada vez son más frecuentes los lugares en los que, en lugar de alargar la mano cariñosamente y responsablemente al futuro de la sociedad, se cierran las puertas a los niños para que los adultos puedan estar tranquilos. Hoteles y restaurantes con un cartel en la puerta que indica 'Niños, no' son metáfora de una sociedad donde impera el individualismo frente al acto de amor de responsabilizarte de una vida nueva. Se olvidó que la trascendencia del ser humano se manifiesta especialmente cuando se engendra la vida de manera amorosa.
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