De vuelta a la realidad

La realidad, a pesar del espejismo del ferragosto tórrido, nunca se va de vacaciones. La emigración era el drama apremiante y sigue siendo el drama apremiante; así que Europa convoca una cumbre urgente dentro de un par de semanas, porque Europa era y es un paquidermo burocrático. Como cada año se repite el debate inútil de la Feria, un macrobotellón merdellonísimo que naturalmente encanta a los foráneos y a los merdellones, y volverá a triunfar el próximo año y a debatirse. Suma y siguen los hitos para el Memorial del Despilfarro: la Ciudad de la Justicia de Madrid, promovida por Esperanza Aguirre, ese tótem de los liberales, dilapidó más de cien millones en nada. Algún líder de izquierda es sorprendido veraneando en su Azor. Málaga se mantiene, a peor, en el top de las Listas de Espera, eufemismo de las Listas de Desespera. La ANC hace pasar a Del Bosque o Dani Rovira por independentistas en sus mensajes para turistas, o a Valencia y Aragón como parte de Catalunya... lógico, cuando ya todo es mentira. No hay margen para interpretar el cumplimiento del plan de carril-bici de la Junta en Málaga: cero kilómetros es sencillamente cero. Hay titulares incluso de los Baños del Carmen. La realidad gira y gira, en un eterno retorno, como la noria que ha cambiado el paisaje de la ciudad con trámites resueltos por la vía rápida que al ciudadano le llevan meses, o años. ¿Para cuándo la glorieta de homenaje? Y el PP andaluz empieza el curso en Málaga con Bonilla y Bendodo retratados en los fogones de una venta cocinando unos huevos con delantales del partido, todo de lo más ridículo: la puesta en escena para asegurarse la foto, el disfraz partidista, la charlotada que tapa cualquier argumento, el mensaje de que le echan huevos... En esa página definitivamente asumes que ya estás en casa, de vuelta a la realidad.