Sudar la camiseta
Isabel Naranjo
Miércoles, 17 de junio 2015, 12:22
Es lo que van a tener que hacer a partir de ahora los concejales del equipo de gobierno del Ayuntamiento de la capital, a quienes ... el alcalde de la ciudad, Francisco de la Torre, asignó ayer las tareas que habrán de tutelar durante los próximos cuatro años. En una línea claramente continuista, a imagen y semejanza de la propia candidatura con la que concurrió a las pasadas elecciones, el regidor ha decidido que la práctica totalidad de ediles repita delegaciones salvo algún que otro cambio puntual. Eso sí, añade a la mochila de cada edil -a excepción de la paralímpica Paqui Bazalo, a quien ha adjudicado las competencias en materia de Accesibilidad- la presidencia de una Junta Municipal de Distrito -dos en caso de la veterana Teresa Porras-.
En ese ámbito habrán de desenvolverse a partir del año próximo no de la mano y con el apoyo hasta ahora imprescindible de un director de distrito, sino que por aquello de reducir el volumen de cargos de confianza elegidos por su simpatía o actividad en el partido será un funcionario el que asuma ese trabajo. Aunque no precisamente acaba a las tres de la tarde el trabajo y actividad municipal/vecinal que se organiza desde esas dependencias.
En otros ayuntamientos del litoral como Rincón de la Victoria, Benalmádena, Marbella o Torremolinos, más que sudar la camiseta, los ediles que integran equipos de gobierno multipartidistas habrán de ejercitar no la camiseta, sino la mano izquierda para llevar a buen puerto acuerdos precisamente emanados desde ese lado ideológico a partir de los cuales se han conformado alianzas de tres-cuatro y hasta cinco partidos hasta ahora insólitas.
Insólitas, salvo fallidas experiencias como el pacto cuatripartito 'anti-GIL' que desbancó allá por 1999 a un Jesús Gil Marín de la Alcaldía de Estepona, merced a una alianza que apenas duró dos años. Fueron suficientes para fraguar una moción de censura y suponer el inicio de un periodo de inestabilidad en la localidad costasoleña, que se ha prolongado durante más de una década hasta la llegada de los populares a la Alcaldía, de la mano de uno de los valores en alza del partido, tras conseguir revalidada una nueva mayoría absoluta el pasado 24 de mayo.
No es de extrañar, por tanto, que la legislatura que acaba de comenzar esté protagonizada por algún que otro cambio en los sillones de mando de consistorios, en los que los gobiernos monocolor forman ya parte de la historia.
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