EL VIGILANTE DEL MUSEO

Iban con la cara de participar en la aventura más impresionante de sus vidas los días previos a los fastos de inauguración, cuando la empresa ... contratante los citó para entrevistarles y enseguida demandarles por sus conocimientos en al menos un idioma con solvencia y otro con básicas nociones, y entonces el sueño pareció acercarse. Participarían en los proyectos museísticos más importantes que pondrían a Málaga en el mapa de la cultura nacional e internacional. La llamada no se hizo esperar y una ilusión recorrió el corazón de los jóvenes aspirantes, formados y preparados, que con orgullo lucirían la insignia de dos museos reconocidos en el mundo entero. Empezaban en el más bajo escalafón, pero cuántos botones en la historia han terminado dirigiendo el hotel. La inauguración fue de lujo, sólo un leve temblor en las piernas al ver pasar a Antonio Banderas con su ya nueva chica, pero la profesionalidad de sólo unos días les impedía realizar tan siquiera ni una mueca de asombro. La sorpresa vino al recibir la primera de las nóminas. Un equívoco de la empresa les hizo caer aún más en la precariedad de su situación laboral. 3,95 euros brutos de salario base más 0,72 euros brutos de vacaciones más 0,33 euros brutos de mejora voluntaria la hora (un concepto para mi desconocido). Una triste y amarga realidad que nos recuerda que aún nos azota la crisis y la desigualdad a pesar de Miró, Magritte, Chagall, Giacometti o Tapies. Vigilantes de sala que con sonrisa en la cara, informan con la mirada limpia y honrada en inglés, francés o alemán, que beben agua del grifo en los baños donde se cambian el uniforme junto a turistas ajenos a su desamparada realidad. Desilusionados y bastante enojados pero también muy asustados, esos pocos euros que ganan suponen un sustento al que no pueden renunciar. Rusia y Francia, fueron estados revolucionarios que cambiaron el destino social de la humanidad, paradigmas de la historia muestran su patrimonio gracias a la mano de obra de unos chicos que apenas tienen que ganar. Recibid mi solidaridad.