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Poco a poco el Soho

Martín Moniche

Miércoles, 24 de diciembre 2014, 12:46

El recién llamado barrio del Soho en Málaga que ocupa el ensanche entorno a las calles Tomás Heredia y Córboda, desde la Alameda de Colón ... hasta el remodelado parquecito del Palo Borracho, flaqueado por la Alameda Principal y la Avenida Manuel Agustín Heredia, vive estos días festivos un ambiente creciente. Mal llamado barrio de los artistas, porque apenas viven y trabajan allí; no es comparable con los Arrabales del Centro, las Lagunillas y los entornos del barrio de la Trinidad, verdaderos focos con altos índices de creadores. Pero no será el que les escribe el que intente, desde esta tribuna, denostar un proyecto cultural que ha dado algunos frutos: el festival de arte urbano Maus, que ha llenado sus muros y medianeras de artistas malagueños e internacionales y la puesta en marcha de algunos negocios que están empezando a dar vida a la que fuera una de las zonas más sórdidas de la ciudad. Más que un barrio para la producción artística se está convirtiendo en zona de expansión comercial con la apertura de negocios innovadores; algo así como una milla de oro de la modernidad. El ejemplo lo vivimos muchos, más de doscientos, el pasado sábado con la inauguración de The Place, un nuevo concepto de negocio alternativo que han iniciado algunos empresarios ya conocidos en la Málaga de la escena independiente, uniéndose para abrir lo que muchos con guasa denominaban un auténtico Corte Inglés. Ocupando el local de un antiguo y nicotinado bingo de la calle Córdoba, este nuevo concepto reúne la conocida firma Disaster de ropa, calzado y complementos urbanos, la mítica peluquería de la calle Ollerías, Art Shampop, de la que muchos llevamos años encomendados, cerrando la oferta el estudio de tattoo My Life, con sede también en la calle Carretería. Pero además de esta oferta para ser moderno en tres pasos, los empresarios de este nuevo local pretenden que sea un espacio multidisciplinar para mostrar las creaciones artísticas urbanas más interesantes, sin renunciar a que su fachada sea también objeto intervenido de un barrio que se abre poco a poco.

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