Ajuste de cuentas

A falta de menos de un embarazo para la celebración de elecciones municipales, los partidos políticos sacan la calculadora y hacen números con la mirada puesta esencialmente en la cita con las urnas de mayo de 2015, de la que saldrán los ayuntamientos que han de gobernar los siguientes cuatro años.

Algo más de uno es lo que le resta al Gobierno popular de Mariano Rajoy para pasar también examen, tesitura que ha tenido muy en cuenta el Ministerio de Hacienda y Administración Pública en la elaboración del proyecto de ley que ha de dar luz verde a los Presupuestos Generales del Estado para el próximo ejercicio.

Con independencia de las odiosas comparaciones y malditas generalizaciones que tendemos a realizar a partir de cualquier premisa, lo cierto es que Málaga sale en líneas generales bien parada, al menos en la comparativa interanual de lo que ha recibido este año y lo que percibirá el próximo.

Pero, claro, a partir de ahí hay que afinar la lupa y analizar qué partidas son acertadas, cuáles están infladas o son difícilmente ejecutables, y cuáles brillan por su ausencia en el documento elaborado por los técnicos del departamento de Cristóbal Montoro. A priori, el Ejecutivo de la nación ha dispuesto para esta provincia algo más de 272 millones de euros, lo que supone un incremento ciertamente electoralista del 44 por ciento respecto a la consignación remitida en el año en curso.

No esperen, eso sí, encontrar remesas para proyectos rimbombantes o de nuevo cuño, toda vez que lo esbozado en ese borrador que ahora inicia su tramitación parlamentaria no es sino la continuación de actuaciones históricamente demandadas y eternizadas en su consecución.

Las partidas vinculadas a infraestructuras se llevan la palma, como la línea de alta velocidad que une Málaga y Granada; los accesos en este caso a la zona norte del aeropuerto; el proyecto de remodelación del enlace de la AP-7 a Benalmádena o la mejora de los accesos de la autovía A-7 a su paso por Marbella. Eso sí, mejor ni hablar de la cacareada apuesta y promesa del Ministerio de Fomento por prolongar el tren de Cercanías desde Fuengirola hasta Marbella y Estepona, con una irrisoria propina de 300.000 euros.

Por lo demás, nada nuevo bajo el sol más allá de seguir esperando algún aguinaldo que llegue como agua de mayo de aquí a las próximas elecciones.