Torra, Puigdemont y Mas denuncian en Perpiñán la «represión» del Estado

El mismo día de la visita real a Barcelona, el independentismo ha buscado el simbolismo. Mientras el Rey viajaba a Barcelona, entre protestas y fuertes medidas de seguridad y plantado por las principales instituciones catalanas, los tres expresidentes de la Generalitat han comparecido juntos desde Perpiñán (Francia), dando la imagen de un gobierno en el exilio, la de los tres expresidentes, todos ellos con problemas con la justicia. Mas fue inhabilitado por el 9-N, Torra apartado por la pancarta y Puigdemont fue cesado por el 155 y ahora está procesado por el 1-O.

Ha sido la primera vez que han comparecido juntos desde el pasado mes de febrero en que asistieron al acto organizado por Puigdemont en Perpiñán para lanzar la candidatura de JxCat. Los tres han leído un manifiesto -en inglés, francés y catalán- en el que han denunciado la persecución política y judicial que han sufrido por respetar el mandato democrático de los catalanes. Mas ha hablado de que una imagen vale más que mil palabras, la de los tres últimos presidentes represaliados por el Estado. Mas ha apuntado que la UE de los derechos humanos es «incompatible con la España de la represión» y ha lamentado que en todo este tiempo el jefe del Estado no haya requerido la opinión de ninguno de ellos. Parafraseando una frase célebre de la política estadounidense, ha espetado a los dirigentes del Gobierno central: «Es la política, estúpidos, no la represión». «¿Es ético que Cataluña tenga tres presidentes perseguidos, presos políticos y centenares de personas perseguidas por la justicia y España tenga a su rey emérito fugado, este sí fugado, y bien protegido? Es absolutamente inmoral«, ha proclamado.

«Felipe VI lleva seis años en el cargo y desde entonces han sido destituidos o inhabilitados tres presidentes catalanes. Es un récord y una vergüenza», ha afirmado Puigdemont. «El rey de los españoles, que es representante de una monarquía reinstaurada por Francisco Franco, está en Barcelona», ha denunciado. Una imagen, que ha querido contrastar con la suya, ya que sigue sin poder pisar suelo español, pues sería detenido y puesto a disposición de la justicia para hacer frente a la acusación por sedición por el 1-O. Torra, por su parte, ha insistido en que ya han sido tres los presidentes catalanes apartados o inhabilitados y ha cargado contra las llamadas del Gobierno a dialogar. «El diálogo siempre ha acabado en sentencia», ha asegurado.

Los tres expresidentes han denunciado que la mesa de diálogo no da frutos y se han conjurado para que en las próximas elecciones catalanas el independentismo supere el 50% de los votos. Torra ha llamado a la ciudadanía a «persistir» y a seguir «determinada» para «saltar todos los muros» que permitan a Cataluña lograr la independencia.

Han tratado de dar una imagen de unidad, pero los tres expresidentes, procedentes de un mismo espacio político, se enfrentarán en las urnas bajo formaciones distintas: Mas apoya al PDeCAT y Puigdemont y Torra respaldan a JxCat.