El sumario de la dana recoge cómo murieron decenas de personas antes del SMS de alerta

Sobre las 19 horas, bajó al garaje a por su coche. Lo hizo en pijama y zapatillas de estar por casa. Algunos vecinos sacaron los vehículos pero él, según testigos, se quedó en la rampa de salida del garaje dentro del coche. El cadáver lo localiza la UME el 31 de octubre.

N. y su esposa bajan al garaje sobre las 18:15 horas. Se agarran a una barandilla por la entrada de agua. La mujer resiste pero su esposo se desvanece y es arrastrado. La mujer es socorrida por vecinos ocho horas más tarde. El cadáver de N. se localiza el 31 de octubre.

Sobre las 20 horas escuchan gritos en casa, E. que es policía, bajó al garaje a socorrer. Una furgoneta, que estaba siendo arrastrada, rompió la puerta del garaje y el agua entró a gran velocidad. E. no salió y al día siguiente fue localizado su cuerpo en el garaje junto a otros fallecidos.

La hija de I. llamó a las 19:10 horas a la cuidadora de su madre para advertirle de que se había desbordado la rambla del Poyo. En ese momento, la cuidadora le manda un vídeo donde se ve que entra un hilo de agua. En cuestión de minutos, la casa se inunda, la cuidadora llama gritando porque I. ha fallecido y asegura que ella también iba a morir. Le dicen que se suba a la terraza. A las cinco de la mañana del día 30 de octubre, la hija de I. y su marido van a casa de su madre y localizan el cuerpo. La cuidadora se ha salvado.

La hija de L. contactó por teléfono con él a las 19:30 horas. Le comunica que hay inundaciones y su padre le confirma que no es consciente del calado de la riada aunque en su casa ya hay cuatro dedos de agua. Se corta la comunicación. La hija de L. se desplaza al bajo donde vivía su padre el miércoles 30 y hallan su cadáver sentando en el baño.

A las 19 horas, una vecina le dijo a L. que bajara al garaje a sacar el coche, que se lo había prestado un amigo. L., al ver el agua, trata de salir a pie por la rampa, pero se resbala y se lo lleva la fuerza del agua. Fue hallado el 1 de noviembre con la documentación encima.

El cuerpo fue hallado por su hijo sobre las dos de la mañana del 30 de octubre. Con la crecida intentó acceder a la planta baja de M., que vivía en la misma calle, pero se quedó a escasos treinta metros de llegar, fue imposible. Confiaba en que su madre se resguardara en un escalera de la planta baja, de donde parece que cayó o se pudo desvanecer. M. iba en pijama y su cuerpo fue trasladado a Feria Valencia el 31 de octubre.

F. bajó con otro vecino al garaje a sacar su vehículo. No volvió a subir. A la mañana siguiente, la UME trasladó el cuerpo hallado en el interior del vehículo que coincide con el de su padre.

La hija de J. tuvo una última comunicación con su padre sobre las 18:30 horas del 29 de octubre. Un vecino, por la noche, se acerca al domicilio e informa a un cuñado de la denunciante del fallecimiento de J. L. El cadáver se levanta el 31 de octubre sin ser informado ningún familiar.

A las 19 horas llama a su madre para que preparara velas porque iba a llover mucho. Mantuvieron contacto continuo y sobre las 20 horas su madre le comunicó que no podía abrir la puerta de casa. Al día siguiente, su marido fue al domicilio y los vecinos le informaron que escucharon a M. L. pedir auxilio, pero no pudieron hacer nada por ella. Hallaron a su madre en la habitación.

A las 19 horas, la denunciante estaba junto a su marido, su hijo de 4 años y su hija en el bar que regentan en la población. A las 19:40 el agua empezó a subir mucho y a las 20 horas decidieron pedir ayuda. Les tiraron una cuerda, que resultó ser corta, y luego pusieron una escalera. La primera que intentó subir fue la H. S. la hija de 11 años, pero la fuerza del agua tiró la escalera y la niña fue arrastrada. El padre se tiró al agua pero no pudo alcanzarla y se tuvo que agarrar a un coche para salvar la vida. El padre, una vez bajó el agua, se dispuso a buscar a la niña con una fotografía en la mano. El cuerpo apareció el día 30 en un centro comercial de Massanassa.

R. llamó a su hermano sobre las 18:30 horas para comunicarle que estaba entrando agua en su vivienda. El denunciante le comunicó que llamara al 112 pero desde ese momento ya no tuvo más contacto.