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El submarino S-21, a flote en Cartagena. P. Sánchez

El S-81 'Isaac Peral' ya está a flote en aguas de Cartagena

La botadura del primer submarino de diseño y fabricación nacional acumula más de una hora de retraso para asegurar el éxito de la operación

Gregorio Marmol

CARTAGENA

Viernes, 7 de mayo 2021, 20:30

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Las bocinas de los barcos militares surtos en el mar de Mandarache, la dársena de Cartagena que comparten el Arsenal y el astillero de Navantia, anunciaron minutos antes de las cinco de la tarde una nueva prueba superada en la operación de puesta a flote del submarino S-81 'Isaac Peral'. En concreto, según fuentes del astillero Navantia, el éxito de las primeras «comprobaciones vitales para la seguridad» del barco con este ya parcialmente sumergido, entre ellas el soplado y las ventilación de los lastres y el soplado de las rejillas.

También los trabajadores del astillero y los especialistas de la Armada que dirigieron la operación aplaudieron desde las bandas del dique flotante utilizado para sumergir el primer submarino de diseño y construcción íntegramente nacional. Sus palmas fueron correspondidas por las decenas de curiosos que siguieron la operació desde la dársena de botes del puerto de Cartagena, a unos trescientos metros del lugar donde se realizaba la maniobra.

Las muestras de alegría se repitieron una hora después, cuando la nave quedó a flote por sí misma, controlada por los prácticos del Puerto, los remolcadores 'Aníbal', 'Asdrúbal' y 'Brío', los amarradores y el personal del Tren Naval del Arsenal. El 'Isaac Peral' quedó trincado al muelle de armamento del astillero a las siete de la tarde con su proa apuntado hacia poniente y la hélice totalmente sumergida en el agua para evitar que se vea, por ahora. Navantia protegerá lo máximo posible el diseño de esta pieza por la cantidad de información estratégica que puede aportar a sus astilleros competidores. El S-81 dio ayer un paso de gigante para convertirse a medio plazo en un producto exportable y muy rentable para la industria tecnológica y militar española, en competencia con los submarinos oceánicos no nucleares que pueden diseñar y construir solo una decena de países en el mundo.

Tripulación a bordo

Previamente a todo ello, la treintena de marinos que componen la dotación de quilla del S-81 'Isaac Peral', con su comandante, Manuel Corral Iranzo, al frente, embarcaron minutos antes de la una de la tarde para controlar a bordo los momentos críticos de la operación.

Tras el embarque de los tripulantes, comenzó la maniobra de hundimiento del dique flotante, que contenía el barco, hasta su calado final en el mar. Cuando el barco flotó por sí mismo, se puso en marcha la fase de remolque hasta el lugar del muelle del astillero donde quedó amarrado para pasar las pruebas técnicas de puerto.

Esta jornada fue clave para el mayor programa de diseño y construcción de la industria naval española, que está costando tres décadas de trabajos y casi 4.000 millones de euros para la construcción de cuatro submarinos para la Armada que sustituyan a los dos viejos S-70 aún en activo. Especialistas de Navantia comenzaron a las ocho de la mañana las operaciones para la puesta a flote del submarino S-81 'Isaac Peral', primero de la nueva serie S-80 y cuyo diseño y fabricación se ha prolongado durante casi dos décadas en el astillero cartagenero.

La relevancia de la operación era tan grande que a ella asistió la secretaria de Estado de Defensa y 'número dos' del Ministerio, Esperanza Casteleiro. Previamente ha realizado una visita a las instalaciones del Arsenal Militar y al Museo Naval, acompañada por el almirante jefe de Apoyo Logístico, Aniceto Rosique Nieto, y el vicealmirante jefe de dichas instalaciones, Pedro Luis de la Puente.

Las maniobras se desarrollaron en un dique flotante sobre el que fue colocado hace dos días el nuevo buque, de casi 90 metros de eslora y 7 de diámetro. Dicha plataforma fue desplazada a primera hora de este viernes desde el muelle del astillero hasta un punto muy cercano de la dársena que comparten el astillero y el Arsenal con suficiente calado para iniciar la operación de inundación mediante lastres de agua hasta permitir al buque flotar por sí mismo. En ese momento se realizan las primeras comprobaciones técnicas que corresponden a esta fase de pruebas en puerto del prototipo.

La operación de puesta a flote fue seguida a distancia por multitud de curiosos desde el extremo oriental del Muelle de Alfonso XII, el lugar donde se encuentra el Museo Naval de Cartagena y la sala que atesora el primer submarino torpedero del mundo, el ideado hace más de 130 años por el marino e inventor cartagenero Isaac Peral y Caballero, que da nombre al nuevo S-81. También desde la antigua sede del Real Club de Regatas y su pantalán, en el entorno de la dársena de botes.

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