Iglesias se resigna a que el debate se retrase hasta después de Navidad

Al adjetivo «optimista» ahora le ha unido la coletilla «pero prudente». Es fue la impresión que le trasladó a Rey, en un encuentro en el que también mostró su apoyo «total» a la investidura de Pedro Sánchez basada en el preacuerdo para un gobierno de coalición que suscribieron con los socialistas el pasado 12 de noviembre. Iglesias, que mantiene el hermetismo de que ha hecho gala en el último mes, evitó valorar el cauce por el que transitan las negociaciones entre PSOE y ERC, cuya abstención será crucial para situar a Sánchez en la Moncloa.

En vez de eso desveló que el acuerdo programático que están negociando con los socialistas «va por buen camino» y que esperan poder presentarlo antes de la investidura para que otros partidos puedan conocerlo de primera mano a la hora de tomar su decisión definitiva respecto a la investidura, como es el caso de Ana Oramas, diputada de Coalición Canaria, que el martes solicitó «más detalles» para poder orientar el voto de su formación.

Sobre el futuro programa, Iglesias adelanta que tendrá dos puntos básicos, «hacer efectivos en forma de políticas los artículos sociales de la Carta Magna», en referencia a la vivienda o la posible derogación de la reforma laboral, y «nuestra idea de abordar el diálogo para superar los conflictos territoriales», en relación a Cataluña.

Por la mañana, dos de sus socios de coalición, Alberto Garzón, de Izquierda Unida; y Jaume Asens, de En Comú Podem; también pedían «paciencia» a la vuelta de su reunión con Felipe VI y se mostraban igual de discretos que Iglesias. El primero habló de «flecos» que todavía quedaban por cerrar en las negociaciones entre PSOE y ERC, aunque no concibe que estas «fracasen» ya que, en su opinión, es «la única vía posible para solucionar» el problema territorial. «Los asuntos que se están abordando no son menores y exigen un tiempo», recalcó.

Asens, en cambio, es más partidario de que el tiempo juega en contra del éxito de la negociación. «Creemos que hay elementos suficientes para cerrar el acuerdo. El acuerdo no tiene que ser definitivo», dijo apelando directamente a ERC y JxCat. «Lo primero es tener un Gobierno», insistió.

También defendió una de las condiciones que piden los soberanistas para apoyar la investidura, la puesta en marcha de una mesa de diálogo entre el Gobierno y el Govern de Cataluña. «Si tiene 4 u 8 ocho patas nos parece secundario. La fórmula concreta no nos parece que sea un elemento de discrepancia con suficiente entidad como para que se prorrogue ese acuerdo», afirmó.