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Oriol Junqueras ha recibido este sábado su primer revés interno desde que fue reelegido presidente de ERC en el congreso de la formación celebrado en ... el mes de diciembre. Y es que finalmente Creu Camacho ha ganado la votación para la elección de presidenta de ERC en Barcelona, la agrupación más importante e influyente del partido republicano.
Por un estrecho margen, la candidata del sector crítico, que había agrupado a varios de las corrientes que se enfrentaron a Junqueras, se ha impuesto a la candidata oficialista y afín al actual líder de ERC. El resultado ha sido muy ajustado: 338 votos contra 324.
De esta forma Junqueras recibe un serio aviso y no consigue consolidar su liderazgo en la formación independentista, tras su reelección en el mes de diciembre pasado, en un proceso interno muy convulso, que partió en dos ERC. Esta división ha sido patente en la votación de este sábado y ha marcado la pugna por la federación de Barcelona, que históricamente ha ejercido de contrapoder interno a la dirección del partido.
Junqueras ganó con el 52% de los votos, pero en cambio durante el congreso celebrado en el mes de marzo recibió un amplio apoyo de las bases a su hoja de ruta y a su ponencia estratégica. Esperaba un tercer espaldarazo este sábado de la agrupación de Barcelona, en la que Esquerra tiene un millar de militantes.
Perder el control de este ámbito del partido supone un nuevo quebradero de cabeza para Oriol Junqueras y Elisenda Alamany. En primer lugar, porque al ganar el sector crítico, Barcelona se erige en el núcleo duro del contrapoder interno a la actual cúpula republicana. Los sectores críticos, convertidos en corrientes internas, podrán articular su alternativa desde la agrupación de Barcelona. Junqueras tiene aún trabajo para cohesionar el partido tras la pugna contra los roviristas.
Y sobre todo porque el sector crítico barcelonés, liderado por Creu Camacho, proponía la celebración inmediata de una consulta entre las bases para decidir sobre la entrada al Gobierno municipal en Barcelona del socialista Jaume Collboni.
Esta incorporación estaba ya pactada hace un año entre Collboni y Alamany (no era aún la secretaria general), pero la guerra interna en el partido lo paralizó todo. En la nueva ERC de Junqueras ya no ven tan urgente ni conveniente entrar al Ejecutivo de Collboni, menos aún cuando apenas quedan dos años para las municipales y los republicanos tienen que designar alcaldable y armar una candidatura. Pero celebrar una consulta interna y darle la palabra a la militancia es volver a reabrir la guerra que se libró por el control de la formación.
Desde que Junqueras fue reelegido presidente de ERC (lleva al frente de la nave republicana desde 2011), ha marcado distancias con los socialistas. Esquerra invistió a Sánchez y a Illa, pero ahora se niega a aprobar los Presupuestos Generales del Estado y de la Generalitat, tanto de 2025 como de 2026. Los republicanos se mantienen como aliados de los socialistas, aunque más alejados, para no parecer una muleta.
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