EH Bildu defiende el nuevo Gobierno para «frenar» el auge de la derecha

Oskar Matute confirmó la abstención de la coalición abertzale para facilitar la investidura de Pedro Sánchez durante una intervención en la que cargó con dureza contra PP, Vox y Cs, a los que denominó «hooligans de las bancadas ultras». «Ni nos vencieron ni nos domesticaron», les lanzó, «no les molesta lo que digamos sino nuestra propia existencia», les recriminó. El discurso generó menor crispación y contestación que el pronunciado el domingo por Mertxe Aizpurua, pero dejó para el recuerdo dos gestos. Primero el de la extrema derecha, cuyos diputados abandonaron el hemiciclo en el momento en el que Matute iba a tomar la palabra. El segundo el del hijo de Adolfo Suárez, diputado del PP y miembro de la Mesa del Congreso, que ayer volvió a dar la espalda a la tribuna de oradores cuando subió el representante soberanista. «Un saludo al que se cree jurado de 'La Voz'», respondió Matute con ironía.

El portavoz conjunto de EH Bildu reivindicó durante su alocución a 'La Pasionaria', a Josu Muguruza y a los jóvenes de Alsasua encarcelados por agredir a dos guardias civiles. Y fijó la consecución de la república vasca como objetivo último antes de aplaudir los movimientos independentistas de toda España. Desde Andalucía a Galicia. «No nos une la misma nación sino la misma clase, la que lucha contra banqueros y políticos corruptos».

Además de presentarse como escudo frente a la derecha, EH Bildu quiso mandar un segundo mensaje al amplio sector de la sociedad española que sigue vinculando a la coalición con ETA. Matute reclamó «verdad, justicia y reparación» para «todas» las víctimas, entre las que citó a las de la banda terrorista, los GAL, el Batallón Vasco Español, la violencia policial y el franquismo. En ese sentido, recordó que la coalición independentista participa habitualmente en los actos que se celebran en el Parlamento vasco cada 10 de noviembre para homenajear a las víctimas mientras el PP se ausenta. «Ciudadanos y Vox tampoco van, pero es porque en Euskadi no les vota ni dios», añadió.