Chile se viste de cordero

Los criollos mostraban rostros extenuados en el Arena Pantanal de Cuiabá e intentaban recuperar el aire para resistir en el descuento ante el empuje de los socceroos. Se abalanzaron sobre Jean Beausejour cuando el zurdo del Wigan marcó el gol de la tranquilidad y casi se echa a llorar de la emoción. Les invadía el pánico a perder el tesoro logrado en apenas dos minutos del primer cuarto de hora, fruto de los goles de Alexis Sánchez y Jorge Valdivia.

Chile exhibió dos caras. Una amable, alegre y vistosa con la que se merendó a los aussies en el arranque del partido. Liderada por el Niño maravilla, llamado a marcar diferentes en el equipo de Sampaoli, supo juntarse, presionar bien y romper el entramado defensivo del rival con rapidez, movilidad y desborde. De forma paulatina, su semblante se desfiguró. Y Chile mostró carencias. La más llamativa, su pésimo balance defensivo, sobre todo por el eje. Gary Medel y Gonzalo Jara son dos medios defensivos reconvertidos por Sampaoli a centrales. Y ahí no dan la talla. A sus 34 años, el veterano Tim Cahill, que disfruta de sus últimos días en los New York Red Bulls, les trajo por la calle de la amargura y se llevó todos los balones de cabeza. Marcó un gol, le anularon otro por un fuera de juego milimétrico y no empató porque lo evitó Claudio Bravo, providencial también al desviar junto al palo un disparo de Bresciano. Ante España es probable que actúen con tres centrales.

Sin pausa

Tampoco los versátiles chilenos disfrutan de un punta en clásico, ni saben darle pausa al juego cuando se requiere. Van a toda mecha hasta que revientan, parecido a lo que les ocurría a los leones con Marcelo Bielsa, el maestro de Sampaoli, enamorado de los métodos del Loco.

En el centro del campo acusan la baja forma de Arturo Vidal, que fue titular por sorpresa, aguantó una hora y protagonizó un gesto de rabia contra sí mismo tras ser sustituido. Reconozco que no estoy bien. Me encantó ser titular y traté de dar lo mejor, pero me falta físicamente. Hace tiempo que no jugaba un choque de este nivel pero espero poder estar contra España, esgrimó el volante de la Juventus, operado hace poco más de un mes de una lesión de menisco en su rodilla derecha. El jugador pretendido por Ancelotti desconfía por completo de la selección de Del Bosque. Barrunta que llegará a Maracaná muy dolida y con mucha rabia.

Más que del declive físico, algunos jugadores trasandinos achacaron el problema a que vieron el triunfo garantizado antes de tiempo. Nos relajamos y ellos siguieron atacando siempre. Pero nos merecimos ganar porque hicimos un esfuerzo increíble en un ambiente de mucha humedad, expuso Alexis. ¿España? Nos da igual; podemos llegar a lo más alto si alcanzamos nuestro nivel. Mauricio Isla, el lateral juventino, también observó que La Roja trasladó bien la pelota pero pronto se relajó.

Versión menor

El análisis más concienzudo lo llevó a cabo el casildense Jorge Sampaoli. Primero se detuvo en la actuación de su equipo en un partido duro, con mucho desgaste por el calor. Tuvimos todo a favor para obtener un resultado más amplio pero por suerte se consolidó al final. Hemos hecho partidos mucho mejores y no fue la mejor versión que mostró el equipo en amistosos y eliminatorias, reflexionó este preparador argentino al que una lesión le apartó del fútbol cuando jugaba en las categorías inferiores de Newells y desde ese día prometió que daría por este deporte todo lo que a él le habían quitado. Premió a sus jugadores y a su filosofía porque, a su juicio, nadie propone la idea de Chile de jugar en campo contrario en el inicio de un Mundial.

Luego analizó el momento delicado del Rey Vidal, con quien cuenta ante España salvo recaída. Fue muy bueno porque su rodilla está bien. Pudo jugar un tiempo que le vino muy bien para volver a sentirse importante y coger ritmo de cara los siguientes partidos. Seguramente va a poder estar también en el próximo compromiso.

Sampaoli restó importancia a la goleada sufrida en Salvador de Bahía por los vigentes reyes universales, a los que no ve dispuestos a abdicar así como así. Es el campeón del mundo. Tuvo una caída pero se levantará porque es de las mejores selecciones del planeta. España y Holanda tienen una historia superlativa y debemos estar mejor que ante Australia para poder afrontar estos encuentros, dijo tras el estreno chileno.

No cree este técnico de 54 años que las urgencias, la presión de tener que vencer, pueda agarrotar a los españoles en Río de Janeiro. Y, como argumento, esgrimió el antecedente de Sudáfrica en 2010. En el anterior Mundial España empezó perdiendo ante Suiza y luego salió campeona. Una derrota no es definitiva para una selección que tiene un entrenador extraordinario y a nos futbolistas acostumbrados a jugar finales. Los criollos no pierden la humildad y se ponen la piel de cordero para la batalla de Maracaná. Allí, emplearán sus armas de guerrilleros.