Prueba Ducati XDiavel V4 2025: Cuerpo de cruiser, alma de MotoGP
IVÁN BOLAÑO DOFORNO
Miércoles, 26 de noviembre 2025, 13:30
La X se refiere a un cruce de caminos entre dos mundos aparentemente opuestos, y ese es el pilar conceptual que dibuja a la Ducati ... XDiavel, una moto que ha fusionado, desde su lanzamiento en 2016, las confortables bondades de una cruiser con el poderío y vanguardismo tecnológico de una deportiva. El resultado es, a partes iguales, tan endiablado como angelical.
Su manillar ancho, sus estriberas adelantadas y su asiento tipo cuchara generan una cómoda postura que nos transmiten las sensaciones arquetípicas de una cruiser, enfocadas a disfrutar placenteramente de la ruta. Sin embargo, su rabioso empuje y comportamiento dinámico más propio de una hypernaked deportiva le cambian la cara y aceleran el pulso de quien la pilota, que difícilmente se planteará la travesía como un tranquilo paseo…
Para 2025, el fabricante de Borgo Panigale ha decidido acentuar esta bipolaridad con una renovación total que eleva todavía más su exclusividad y nivel de prestaciones. A bordo, hay algunos cambios que provocan un mayor confort en el usuario. El asiento, muy accesible gracias a sus 770 mm de altura, es más espacioso (+30% en anchura, +50% en longitud) y cómodo (+25 mm de grosor), y dispone de asas de serie. El manillar está más cerca del conductor y las estriberas se han avanzado, permitiendo una postura más cruiser incluso. Estas novedades ergonómicas incrementan ligeramente su personalidad rutera.
Donde realmente se encuentra la gran novedad de esta segunda generación de la XDiavel (32.290 €) está en su corazón, el alma de la fiesta de este modelo, que deja atrás el V2 Testastretta y lo sustituye por el mismo propulsor que otros modelos de la casa estrenaron hace poco, es decir, el V4 Granturismo (que deriva de la Desmosedici Stradale de la Panigale V4 y la Streetfighter V4).
Se trata de una mecánica heredada de MotoGP que se caracteriza por su tecnología de cigüeñal contrarrotante (reduce el efecto giroscópico y aumenta la agilidad) y por unas cifras que prometen mucha adrenalina a su ocupante: con 4 válvulas por cilindro, cilindrada de 1.158 cc, potencia de 168 CV a 10.750 rpm, par motor de 126 Nm a 7.500 rpm… Y todo ello para mover una moto de 229 kg sin gasolina, 6 kg menos que la anterior XDiavel 1260 S y uno de los más bajos de la categoría.
El resultado es un empuje brutal cada vez que el piloto enrosca el puño de gas, un motor muy rico en par a cualquier régimen y caracterizado por una entrega lineal y progresiva desde bajas revoluciones, pero que hay que gestionar desde la muñeca con cierto tacto, pues si se enrosca con vehemencia a partir de las 4.000 vueltas… ¡Agárrate! La moto abre las compuertas como un embalse desbordado de potencia, como un cohete con ruedas, y te deja sensaciones de estar a los mandos de toda una superbike.
La aceleración de 0 a 100 km/h se consigue en menos de 3 segundos… ¡Qué motor! Siempre está dispuesto a darte una buena patada. Pero a diferencia de las superbikes, que precisan un conductor experto que flirtee correctamente con la potencia y sea sensible con el embrague, con la Diavel uno acelera con tanta facilidad como en un videojuego. Es una moto única, excitante, una máquina de acelerar, con alma de cruiser por su estética «tendida» pero también de «muscle bike».
Esta hipertrofia mecánica no se descontrola en ningún momento, pues está totalmente supervisada y dulcemente gestionada por el inmenso paquete de asistentes electrónicos que nutre de seguridad a la nueva XDiavel. Ofrece tres modos de potencia y cuatro modos de conducción (Sport, Touring, Urban y Wet), gracias a los cuales el piloto puede adaptar la entrega del motor y la intervención de los sistemas de asistencia a la conducción –Ducati Traction Control en versión Cornering, Ducati Wheelie Control y ABS Cornering– a la situación y a sus preferencias del momento. Cuenta además con control de crucero, el cambio rápido Ducati Quick Shift up/down, derivado de la nueva Panigale V4, y el Launch Control.
Todas estas funciones se gestionan a través de los mandos retroiluminados del manillar y la nueva instrumentación TFT en color de 6,9 pulgadas con conectividad Bluetooth para emparejar el smartphone para llamadas, mensajes de texto y música, o utilizar el sistema de navegación Turn-by-turn (disponible como accesorio) a través de la App Ducati Link.
Uno de los elementos más destacables del nuevo bloque es que dispone de un sistema que desconecta los dos cilindros traseros, tanto en parado como a bajas revoluciones, y que permite al motor funcionar como bicilíndrico o como tetracilíndrico para reducir emisiones, consumos y, sobre todo, temperatura en el habitáculo.
El musculoso depósito de combustible está disponible en los nuevos colores Black Lava y Burning Red, creados específicamente para la XDiavel V4. La firma de los grupos ópticos delanteros y traseros y los intermitentes dinámicos integrados en los paneles laterales, full-LED, caracterizan su look.
Continuando con la parte ciclo, el nuevo chasis de aluminio que sustituye al multitubular de acero anterior, principal causante de la reducción de peso, se ancla al característico basculante monobrazo trasero, de aluminio, que deja la vista libre para admirar uno de los elementos más llamativos de este modelo: el imponente neumático trasero de 240/45.
Equipa suspensiones propias de una supersport, con una horquilla invertida con barras de 50 mm y un monoamortiguador desplazado al lateral izquierdo en disposición horizontal, ambos totalmente ajustables. La suspensión trasera dispone de un mayor recorrido de 25 mm para una mayor comodidad de las lumbares. En general, este equipamiento ofrece una gran relación entre comportamiento deportivo y confort. El freno delantero cuenta con dos tremendos discos de 330 mm, mordidos por pinzas monobloque de anclaje radial Brembo Stylema de 4 pistones, y el trasero es de 265 mm y una pinza Brembo de 2 pistones. Incluye ABS en curva. Las llantas son de aluminio y totalmente mecanizadas. Los neumáticos son los Pirelli Diablo Rosso III en medidas 240/45ZR 17 detrás y 120/70 ZR17 delante.
El depósito es voluminoso con una capacidad de 20 litros, y con un consumo de combustible de 6,6 litros a los 100 km te ofrece una autonomía cercana a los 300 km. El motor tiene unos intervalos de mantenimiento extendidos, con la cifra de 60.000 km para los ajustes de las válvulas y las más comunes revisiones cada 15.000 km.
En marcha, tal y como pudimos comprobar en una preciosa ruta por las provincias de Ourense y Lugo, atravesando la mágica Ribeira Sacra, la XDiavel V4 ofrece unos cambios de dirección que se sienten ágiles, gracias principalmente a la mencionada tecnología de cigüeñal contrarrotante, que al girar en sentido inverso al de las ruedas, origina un par inverso de rotación, reduciendo el efecto giroscópico. Sigue siendo una moto larga (1.620 mm de batalla), potente y maciza, pero en curvas se nota muy precisa y manejable.
Hacerla girar en curvas lentas requiere un poco más de exigencia, pero en general su dinamismo es pasmoso. Esta es una moto «tracción trasera», que se conduce girando sobre el enorme perfil del 240 posterior, más que «tracción delantera» como las deportivas actuales, muy cargadas de peso y de geometrías sobre la rueda anterior. Doce de cada diez motociclistas asegurarían que es sorprendente lo manejable que llega a ser una moto como esta XDiavel, a pesar de que al cabo de su larguísimo basculante hay un neumático tan desmedido. A cualquier otra moto la penalizaría tanto que sería impensable dotarla de más de 60 o 70 CV como es el caso de las motos para pasear al estilo americano… Y esta Diavel tiene nada menos que casi 168 CV reales en la rueda…
No hace falta abrir la trazada ni anticipar la curva, ella solita se deja caer con una soltura pasmosa gracias a su ágil inclinación: frenas antes de llegar a la curva, giras en corto y la moto entra sin titubeos con un excelente aplomo delantero y un gran agarre trasero. En el buen comportamiento de la Diavel juega un papel primordial el gran neumático trasero, desarrollado por Pirelli especialmente para esta moto, el Diablo Rosso III. Las firmas italianas trabajaron mano a mano para crear un producto que ofreciera la anchura necesaria -típicamente custom- pero que al mismo tiempo tuviese un perfil más redondeado de lo normal para ofrecer un carácter más deportivo que permitiese a la XDiavel inclinarse en las curvas con eficiencia.
La posición de conducción es baja, permitiendo apoyar con mucha facilidad los pies en el suelo, y relajada. Además, los brazos llegan con confort al manillar, por lo que el usuario no se verá obligado a inclinarse tanto y sus muñecas lo agradecerán. Con las estriberas adelantadas, se puede ejercer presión con los pies creando una especie de efecto de «contra manillar», muy útil cuando tomamos curvas más lentas. Aunque se trata de una moto de grandes dimensiones, con una distancia entre ejes larga es bastante gobernable en parado.
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