Cinco coches que ahora valen más que cuando eran nuevos
Suelen ser piezas de lujo inalcanzables para la mayoría, aunque no siempre es así
El pasado miércoles se celebró en Marbella el Autobello Marbella-Sotogrande, conocido como 'el jardín de los juguetes para adultos'. Este evento se ha convertido ... en una de las citas más importantes para los amantes del motor en toda España e incluso Europa, con decenas de coches de lo más especiales, entre ellos algunos que han decidido ir a contracorriente y romper las normas del mercado. ¿Conoce aquello de que cuando un coche sale del concesionario y pisa carretera por primera vez ya ha perdido un cuarenta por ciento de su valor? Pues con estos cinco (y otros cuantos más) la frase es a la inversa.
Renault Clio V6 fase II
Este coche es el clarísimo ejemplo de que antes las idas de olla eran bien recibidas en las marcas. En 2003 Renault cogió un utilitario, le ensanchó el chasis, le quitó los asientos traseros y plantó un V6 de 255 caballos que envía toda la fuerza al eje trasero… ¿Qué podría salir mal? Literalmente nada. Los franceses se marcaron un coche de eso que daba igual cuánto dinero tuvieses en la cuenta bancaria que te morías por tener uno. En relación con el fase I, el fase II se convirtió en un vehículo mucho más dócil y controlable, ya que la receta del primero dio lugar a un vehículo demasiado reactivo e indomable para la gran mayoría. Un ataúd con ruedas, vamos.
Su precio original variaba, según equipamiento, de 35.000 a 40.000 euros, pero si quieres comprar uno ahora verás que su precio roza los 100.000 euros. Y no me digas que el dinero ahora vale menos, porque aplicando inflaciones su precio rondaría los 55.000 euros.
Lamborghini Huracán STO
No seré yo quien diga que un Huracán de serie sea un coche burgués, pero lo cierto es que al lado del STO es juego de niños. Estamos ante la versión más radical del Huracán de Miura, una bestia de apenas 1339 kilos con un V10 de 5.2 litros atmosférico en posición central trasera capaz de rendir 640 caballos. Cero a cien en tres segundos, una punta limitada a 310 kilómetros por hora y un chasis confeccionado para uso en circuito.
Estamos ante una versión de competición homologada para carretera que se inspira directamente en el Huracán Super Trofeo y en el Huracán GT3. De hecho, STO son las siglas de 'Super Trofeo Omologata'.
Apenas se fabricaron 700 unidades de esta maravilla, pero en cuanto salieron del concesionario y tocaron carretera su precio subió hasta el medio millón.
Lamborghini Countach LPI 800-4
¿Maravilla o herejía? Los hay de ambos bandos, aunque algo habrá hecho bien Lamborghini cuando ha conseguido vender las 112 unidades que ha fabricado antes de que salgan al mercado a un precio, agárrate a la silla, superior a los dos millones y medio de euros. Y es que el Countach de nueva generación se ha convertido en un coche de esos que parecen un lugar seguro donde estancar el dinero para que no pierda valor, con algunas unidades que ya se venden a tres millones de euros.
Una pena, porque, para un servidor, los coches están para conducirlos. Más aún si encima llevan un V12 atmosférico capaz de generar 780 caballos (hasta 814 gracias a su sistema de hibridación) que lo catapulta de cero a cien en apenas 2,8 segundos y le permite alcanzar una punta por encima de los 350 kilómetros por hora.
Construido sobre la base del Lamborghini Sian con elementos del Aventador, el Countach es un homenaje al modelo original de 1974, con una carrocería de diseño neo retro que enamoraría a cualquiera.
Ferrari LaFerrari
En 2013 Ferrari creó El Coche, con mayúsculas. Se trata de un híper deportivo perteneciente a la era del Porsche 918 y el McLaren P1. Para un servidor, uno de los mejores Ferraris que se han fabricado jamás. Cuenta con un sistema híbrido compuesto por un V12 atmosférico de 6.3 litros de 800 caballos y un motor eléctrico de 163. En conjunto son capaces de generar 963 caballos enviados al eje trasero que le permiten acelerar de cero a cien en apenas 2.6 segundos, el cero a doscientos en 6.9 segundos y una punta por encima de los 350 kilómetros por hora.
Este coche lo tiene todo: estética, sonido puramente Ferrari, prestaciones brutales… y un valor que crece como la mismísima espuma. Cuando salió al mercado (aunque las 499 unidades se vendieron antes de tocar concesionario) el Cavallino pedía 1,3 millones de euros. Hoy día se cotizan por encima de los tres millones euros. Y si la unidad es Aperta (descapotable) incluso por encima de los seis millones. No es un 250 GTO, cuyo precio en subasta ha alcanzado en diversas ocasiones una cifra superior a los cincuenta millones, pero tampoco es moco de pavo. Si lo tuyo es la especulación y el dinero tu castigo, Ferrari es tu marca.
Porsche 911 Dakar
Nos vamos a Stuttgart para una de esas creaciones que cualquiera querría tener en su garaje: el Porsche 911 Dakar. Es una de las variantes más raras y especiales del 911 (y mira que hay un rato). Un vehículo que se alimenta de la experiencia del Rally Raid de Porsche para crear un… ¿deportivo todoterreno? Otra ida de olla de esas que enamoran.
En comparación a un 911 normal este es 50 mm más alto, cuenta con placas de protección en bajos y paragolpes, barra de luces en el techo de manera opcional, neumáticos Pirelli Scorpion All Terrain Plus y refuerzos estructurales. Para moverse recurre al famosísimo flat six de Porsche, un tres litros bóxer de seis cilindros que para la ocasión rinde 480 caballos, haciendo el cero a cien en 3.4 segundos y alcanzando una punta limitada electrónicamente por los neumáticos de 240 kilómetros por hora.
Cuando se lanzó al mercado en España tenía un precio de salida de 256.000 euros. Hoy rondan los 400.000.
Si bien es cierto que la mayoría de coches que con el paso del tiempo se revalorizan son muy caros, también existieron modelos que no precisaban de un desembolso millonario y que hoy cotizan al alza en el mercado. Véase el Clio Williams, el 205 Gti, el Mazda Rx7, Subaru Impreza 22B STI o el Lancia Delta HF Integrale. Sí, tampoco eran vehículos baratos en su momento de salida, pero con un salario medio decente y algo de esfuerzo, un ciudadano de clase media podía llegar a acceder a ellos. Aunque como ya hemos dicho al hablar del Countach, los coches están (o deberían) para disfrutarlos, no como herramientas de inversión.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión