En Marbella las viviendas en los campos de golf valen un 20% más que en el centro

El perfil del comprador que elige este tipo de vivienda suele ser exigente, con un interés cada vez más claro por la ubicación, la orientación y el entorno natural. Según los últimos datos de los registradores, en 2024 las compraventas realizadas por extranjeros representaron ya el 14,6 por ciento del total nacional, con una clara concentración en zonas como la Costa del Sol. Se trata, en su mayoría, de ciudadanos del norte de Europa (británicos, neerlandeses, belgas, alemanes) que buscan una segunda residencia para disfrutar en vacaciones o durante su jubilación, lejos del turismo masivo y en contextos de alto confort.

Pero también empieza a ganar terreno un comprador más joven, con capacidad de teletrabajo o profesional independiente, que valora entornos tranquilos, bien conectados, donde vivir y desconectar son compatibles. La presencia de servicios cercanos, la buena climatología durante todo el año y la posibilidad de combinar deporte y descanso en el mismo lugar son argumentos clave en su decisión.

Desarrollo de esta viviendas

Esta demanda está teniendo como consecuencia un impulso para reactivar la oferta, por lo que las grandes promotoras están desarrollando este tipo de construcciones en los entornos de los campos de golf. Igualmente, las exigencias de los compradores han evolucionado hacia un concepto más amplio que el puramente deportivo.

«Nuestros clientes valoran cada vez más la orientación, las vistas, la luz y la privacidad. El golf se percibe como parte de un estilo de vida: menos ruido, más espacio y un entorno bien cuidado», destaca Marc Pritchard, Director de Ventas y Marketing de Taylor Wimpey España.

Actualmente, esta promotora británica trabaja muy cerca de Marbella su proyecto Altura 160, un conjunto de apartamentos y áticos de 2 y 3 dormitorios, con terrazas amplias, con vistas al mar y la montaña, ubicado en Benahavís, en pleno 'Triángulo de Oro', y muy próximo a algunos de los campos de golf más prestigiosos de la región. Este no es el único ejemplo de construcciones de esta índole que se están llevando a cabo en la Costa del Sol.

Lejos de tratarse de una moda pasajera, el vínculo entre golf y vivienda residencial sigue consolidándose como una de las líneas estratégicas más sólidas del mercado inmobiliario en la costa mediterránea.