Viaje al cielo de Marbella a diez euros el minuto
Heliair realiza rutas en helicóptero por los lugares más emblemáticos de la ciudad a 99 euros por persona. Puerto Banús ofrece durante este mes un tour de diez minutos para sobrevolar la zona, que comienza en el Muelle de Levante y debe reservarse previamente
Los pasajeros se suben de un ligero salto. Comienzan a prepararse para el viaje: cinturones abrochados, auriculares colocados y micrófono pegado a los labios para ... poder comunicarse correctamente con el piloto y el resto de viajeros. Cuando todos están listos, la hélice comienza a girar. De repente, el cielo de Marbella es el escenario. Un cosquilleo recorre el cuerpo, pero rápidamente queda eclipsado por unas espectaculares vistas de La Zagaleta, Benahavís, La Concha, San Pedro y Puerto Banús, que conviven en una misma imagen para grabar en el recuerdo de quienes puedan pagar un viaje en helicóptero de diez euros el minuto.
Heliair Marbella es la encargada de ofrecer esta experiencia aérea, que durante este mes ha aterrizado en el Muelle de Levante de Puerto Banús para todos aquellos interesados en sobrevolar la ciudad durante unos diez minutos, con un coste de 99 euros por persona.
La experiencia atrae a todo tipo de clientes, de diferentes nacionalidades. El encargado de ofrecer el tour, que en este caso comienza en el helipuerto de la empresa, es el piloto y propietario de Heliair Marbella, el sueco Roger Gudmundsäter. Antes de subir al helicóptero, se explica el procedimiento de uso del paracaídas que todos los pasajeros deben llevar puesto. Tras subir, el piloto pregunta para comenzar el despegue: «¿estáis todos listos?». Es el inicio de la aventura por el cielo marbellí, que luce sus tonos más azules.
Los amplios cristales del helicóptero permiten contemplar todo el escenario que se dibuja a lo lejos. «Qué casas más impresionantes», dice Michael al sobrevolar la inexpugnable urbanización de La Zagaleta, en Benahavís. Para este sueco, esta experiencia es «impresionante», y es la segunda vez que la comparte con su amigo Leonardo. «Es otra manera de ver Marbella».
El piloto continúa su ruta, previamente establecida. Miles de casas y piscinas convertidas en pequeñas charcas azules se divisan al mirar hacia abajo. Su tamaño es insignificante si se compara con el inmenso mar, al que el helicóptero se acerca para sobrevolarlo. El escenario se vuelve turquesa al llegar a la costa de San Pedro. El paseo marítimo se funde con el espacio urbano y la montaña a lo lejos. No faltan los móviles, que captan imágenes y vídeos únicos para el recuerdo.
La siguiente imagen tiene como protagonistas a los barcos y yates amarrados en Puerto Banús. El emblemático y lujoso espacio náutico se funde con el mar en una estampa única, que queda atrás para llegar a otra construcción del glamour marbellí. «Este es el palacio del rey Fahd, que como veis tiene su propio helipuerto privado», explica el piloto al sobrevolar la inmensa mansión del ya fallecido soberano de Arabia Saudí.
El paseo por las alturas va llegando a su fin. Con el pico de La Concha de fondo, el helicóptero regresa a su base, situada a escasos metros del club de tenis de Manolo Santana, desde el que saludan muchos curiosos al ver regresar al aparato.
Los árboles y arbustos situados alrededor del helipuerto comienzan a sacudirse por el fuerte viento que provoca la hélice, que va disminuyendo lentamente su velocidad para conseguir un aterrizaje perfecto. «Esto ha sido todo», despide el piloto. Todos comienzan a desabrocharse los cinturones y a quitarse los auriculares, para finalmente dar un salto y pisar tierra de nuevo. «Ha sido una experiencia increíble», cuenta Maja, que junto a su amiga Melina ha disfrutado de esta experiencia por primera vez. «Nos encanta el tiempo de Marbella y su mezcla de montaña y playa», explican las dos jóvenes suecas, residentes en la ciudad desde hace cuatro meses.
Esta experiencia también sirve a modo de regalo, como es el caso de David, que ha acudido con su jefe y otra compañera de trabajo. «El dueño de la empresa nos ha traído a este viaje en helicóptero como regalo de fin de año», señala este argentino, al que le ha llamado la atención la gran diferencia de tiempos entre cada lugar. «Es divertido ver como tardamos tan solo dos minutos en llegar a Benahavís, que es un trayecto mucho mas largo, y también me ha encantado poder ver y distinguir las diferentes profundidades del mar hasta llegar a la playa».
Tras el viaje, todos están invitados a un pequeño aperitivo para reponer fuerzas y compartir sensaciones del mismo. Carlos, otro de los pilotos de la compañía, explica a SUR su experiencia al frente de estos tours. «Ofrecemos rutas cerradas, pero también viajes programados al gusto del cliente».
La posibilidad de poder visualizar toda la Costa del Sol desde una perspectiva única es recurrente entre los grupos inmobiliarios e inversores que desean encontrar una casa en la zona, según explica el piloto. «Ahorras muchísimo tiempo, porque puedes ver todo tipo de zonas en cuestión de minutos».
Además de varios tours por Marbella de diferentes precios, las experiencias se extienden por otras ciudades, como Ronda, Antequera, Ceuta o Gibraltar, con varias actividades añadidas, como un almuerzo o masajes una vez aterrizados en el destino. «La idea es abrir los viajes en helicóptero a todo tipo de bolsillos, y que todo el mundo pueda plantearse disfrutar de una experiencia en ellos», cuenta el piloto de la empresa marbellí, a la que, de momento, no le faltan clientes ansiosos de pasear por las alturas.
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