El pleno de Marbella relanza el tercer carril de la autovía A-7

«Es una necesidad urgente. La movilidad es uno de los grandes problemas de la ciudad», afirmó el portavoz del gobierno popular, Félix Romero, que relanza un proyecto que ya se había presentado cinco veces en el pasado y cuya aprobación dependerá del Gobierno central. Sobre este tema, la única representante de Ciudadanos, María García, propuso, además, la construcción de una pasarela en la autovía que uniría Puerto Banús con Nueva Andalucía. Por su parte, opción Sampedreña añadió la necesidad de dotarla de nuevos carriles de aceleración, no sin antes reprocharle la inacción de los gobiernos de Aznar y Rajoy. El grupo socialista también se sumó a la moción, que quedó aprobada por unanimidad.

Hubo coincidencias también en temas que no son materia municipal, como la bajada del IVA de los alimentos de un 10% a un tipo reducido del 4%, que todos apoyaron tras la presentarlo el titular de Hacienda, Félix Romero, que recordó «el escenario apocalíptico» que, según Christine Lagarde, se avecina en otoño. «Somos un diez por ciento más pobres», reconoció el grupo socialista. La moción, aunque inane, se aprobó por unanimidad. También la propuesta de la diputada de Ciudadanos, quien pidió una reordenación del tráfico en la urbanización Lindasol, cuyos vecinos «llevan padeciendo un problema de estrechez en las calles», agravado por el doble sentido de la circulación. Opción Sampedreña tomó de ejemplo este caso para indicar «el caos urbanístico de Marbella», para la cual «no hay infraestructuras suficientes para la gente que va a venir».

La propuesta del PSOE para dotar de placas fotovoltaicas y aerotecnia a los edificios municipales quedó elevada al consenso. Pese a todo, Enrique Rodríguez, de Tráfico y Transportes, hubo de saldar los reproches de los grupos de oposición con los ejemplos de la piscina municipal de Salduba, el cambio de luminaria por LEDS y los proyectos en torno al Palacio de Congreso y los centros de salud de Las Chapas y Nueva Andalucía.

Hubo momentos extraños, como la 'autoenmienda' que OSP pidió a su propia propuesta de conversión del consultorio de La Campana en centro de salud, que quedó desestimada, aunque luego, por unanimidad, se aprobaría el proyecto dictado por la comisión municipal. «Se está saturando el sistema», apremió Manuel Osorio. A lo que Enrique Rodríguez, concejal también de Sanidad, respondió que «el proyecto está hecho», mientras sostenía en su mano el informe de adjudicación, firmado en febrero, y que lo dotará de 12 nuevas salas de consulta. Insuficiente para OSP, que pidió además la creación de un servicio de emergencias.

Los desacuerdos vinieron con la primera intervención de Romero, quien presentó los datos revisados por el interventor para los ejercicios 2018 y 2019. «La mayoría de las recomendaciones ya han sido implementadas», afirmó, refiriéndose, entre otras cosas, a las auditorías de RTV Marbella y los puertos deportivos. OSP reclamaba la originalidad de esta fiscalización, cuando Osorio le dijo: «Ahora se pone todos los moños». Y le recordó el problema de las tasas de guardería y la escasez de personal administrativo para gestionarlas, las sanciones urbanísticas, «que suelen caducar», o los patrocinios deportivos. Con más dureza respondió José Bernal, quien describió «un escenario de impunidad y de pérdida de patrimonio económico».

La gran baza del grupo socialista, la regulación de los precios de alquiler de la vivienda, fue rechazada con los votos en contra de PP y Ciudadanos. «Han ofrecido una lección de economía liberal, pero a corto plazo no han ofrecido solución, excepto las viviendas de la antigua Escuela de Idiomas», añadió.