El IES Pablo del Saz de Marbella, pionero en España en impartir la asignatura de astrobiología

Su experiencia docente en Tennessee (Estados Unidos), en uno de los cien mejores institutos públicos del país, en Londres y en Holanda le hizo valorar la importancia de la experimentación científica en el ámbito educativo. La pasión hizo el resto. Lleva once años impartiendo clases de Física y Química en diferentes institutos de Granada y de Málaga, y desde el principio creó el programa Science IES, que se ha extendido por toda España con gran éxito y en el que los alumnos investigan en el CESIC y universidades. «Se saca a los niños de la caja de la escuela y los pones a ver la ciencia real que se hace en el país», explica Cáceres. «Fruto de esa experiencia, y como ahora la ley permite crear materias propias, surge la idea de impartir astrobiología», comenta.

El profesor define esta ciencia como «la gran pregunta que la humanidad siempre se ha hecho de quiénes somos y de dónde venimos, qué es la vida y dónde ha surgido. Si solo ha surgido aquí en la Tierra o si vino del espacio exterior con moléculas pegadas a asteroides o a meteoritos que cayeron en esa Tierra primigenia». «¿Esa vida surge aquí o vino de fuera? Y, si vino de fuera, ¿es algo cotidiano en cualquier lugar del universo? Porque ya sabemos que hay más planetas en el Universo que estrellas», añade el experto. Todas ellas preguntas que suponen una sacudida para las mentes acomodadas de los alumnos y que los llevan a descubrir el pensamiento científico.

Cáceres participó en el Congreso Internacional de la Enseñanza de la Astrobiología en Holanda con cientos de científicos, profesores y grandes especialistas reconocidos en la materia como Chris Impey, de Arizona; Charles Lineweaver, de Camberra; o Charles Cockell de Edimburgo. A través de ellos y de otros especialistas está recopilando material teórico y práctico de laboratorio para adaptarlo a sus futuros pupilos de la ESO.

Entre los temas que impartirá se encuentra historia de la astronomía y de la conquista del espacio, estudio de otros mundos, exoplanetas y las lunas de Júpiter y Saturno, uso de telescopios, las primeras moléculas químicas y biológicas que hubo en la Tierra, estudio de cometas y meteoritos que han caído. «Hay que preparar a los jóvenes para que entiendan estas noticias y otras como la explotación de minerales en la Luna, porque van a llegar, y que lo hagan desde el conocimiento y la reflexión», puntualiza el promotor del proyecto.