Una cena de gala con todo el sabor de la mejor cocina malagueña en Marbella

A partir de las ocho de la tarde, los jardines del Hotel Los Monteros comenzaban a llenarse de visitantes con sus mejores galas que llegaban para disfrutar de una velada gastronómica inigualable. Para empezar, un cóctel a cargo del chef ejecutivo del hotel, Sebastián Conejo, con ceviche de vieiras con crema fría de ajoblanco y perlas de arbequina, salteado de piña con pimienta rosa y mejillones en escabeche, mini pan bao con pato laqueado a la naranja kumquat y pulpo a la brasa con mojo rojo y aguacate asado. Junto a estos sabrosos bocados, los rincones con las firmas colaboradores con el tradicional cortador de jamón de Joselito, el Sushiman de lubina de Aquanaria o el tartar de atún rojo con pecorino trufado de Balfegó.

El menú degustación ofrecía algunas pinceladas de las propuestas de los chefs Michelin instalados en Málaga y en Marbella. Así lo explicaba José Carlos García, de José Carlos García Restaurante. «Está elaborado con mucho cariño y están los platos más especiales de cada casa». En su caso, lubina asada con caldo de gallina tostado y vino añejo. El menú se completaba con el caviar ecológico de Riofrío con crema de tubérculos y hierbas de Diego Gallegos del Sollo, la porra de remolacha y fresas con cuajada láctica aliñada de Fernando Villasclaras del Lago, el akami de atún de Mario Cachienero del Skina, la presa ibérica a la mostaza verde de hierbas de la serranía de Benito Gómez del Bardal y la mazana verde-manzana roja de Mauricio Giovanini de Messina.

Entre los comensales, los cocineros con sus parejas que pudieron disfrutar, por esta vez, de estar a este lado de las cocinas, donde solo queda saborear el buen trabajo llevado a cabo por más de un centenar de personas entre camareros, asistentes, cocineros a los que se sumaron los seis equipos de cocina de los seis chefs responsables de agasajo. El precio del cubierto por persona ascendía a 350 euros, un dinero que se destinará a sufragar parte de la construcción de un jardín en la azotea del Hospital Materno Infantil de Málaga. Un proyecto de Juegaterapia que es el primero de estas características que realiza en Andalucía.

Gracias a esta iniciativa, los niños con enfermedades oncológicas podrán jugar al aire libre a pesar de estar siguiendo un tratamiento en el hospital. María José Jara, directora de proyectos y de eventos de Juegaterapia recordó que con este tipo acciones se ayuda «a hacer felices a miles de niños enfermos de cáncer». Así, trabajan por la «humanización de los hospitales para que sean más alegres y amigables». Por su parte, los chefs se han mostrado emocionados de poder participar una vez más en este tipo de propuestas. De hecho, la mayoría de ellos repetían la experiencia de años anteriores, porque «es siempre una experiencia inolvidable», decía Mario Sandoval del restaurante madrileño Coque.

En Málaga, 'El jardín de mi hospi' promovido por Juegaterapia contará con 500 metros cuadrados con dos áreas diferenciadas, una interior con una sala polivalente y otra exterior (con zona de juegos y plantas) ambas comunicadas por unas vidrieras. Un proyecto para el que la cena de gala de 'Chefs for Children' con sus más de dos centenares de asistentes dio el pistoletazo de salida.