La tecnológica Kibo amplía instalaciones con la previsión de alcanzar los 60 trabajadores

A día de hoy, Kibo roza los 50 trabajadores. La previsión se alcanzar los 60 a finales de este año. «Queremos rediseñar Kibo, hacerlo más atractivo e interactivo», explica Linares, representante de una generación de emprendedores con una filosofía de trabajo muy particular: horizontal y abierta. Un espacio de sin paredes. Y ello se verá reflejado en el rediseño de las nuevas instalaciones. «Desde el punto de vista de la inversión era más barato quedarnos con esta opción que cambiar, y, sobre todo, es mucho más cómodo que enfrentarnos a una mudanza. Por nuestro trabajo, no tenemos tiempo para ello», indica el director de Kibo.

No sólo se crearán nuevas salas de reuniones, se ha apostado por las llamas salas on and one, (idea importada de Tel Aviv, donde trabaja uno de sus clientes, GetEvents, el llamado Google de los eventos), espacios reducidos para encuentros de no más de cuatro personas «para discutir algún proyecto concreto», detalla Linares. El nuevo local permitirá igualmente dar forma a uno de los ansiados proyectos del director de la compañía, la Kibo School, un espacio dedicado a la formación que reservará un hueco a los más pequeños para talleres.

Dedicada a la consultoría de desarrollo tecnológico, Kibo Studios cumple una década con obras y con un curriculum nutrido de trabajo. Ha desarrollado además una línea de trabajo como venture builder de la que han salido hasta el momento 15 startups, proyectos propios como la primera red social dedicada a artes marciales (Martial Tribes), que supera a día de hoy los 1,2 millones de usuarios.

De Ebay al Congreso

En todo este tiempo han dado salida a más de medio millar de proyectos digitales para empresas de todo tipo, desde El Corte Inglés a Ebay, o instituciones como el propio Gobierno de España, a través de la web del grupo popular. Iniciativas que han permitido a la firma llegar a triplicar la plantilla desde 2011 y alcanzar una facturación que se cerró en 2016 con un millón de euros.

Una de las líneas de trabajo de las que más se enorgullece el creador de la empresa es la Kibo Foundation. De ella nació Maizapps, una iniciativa puesta en marcha con el objetivo de crear aplicaciones que faciliten la labor de los educadores de autistas. Fruto de ese trabajo son aplicaciones como Ablah, Manos Quietas, Míranos y Pon la ficha, con las que han obtenido reconocimientos a nivel nacional y europeo en el campo de la salud. Más de 10.000 familias se benefician de estas tecnologías.

Hace poco tiempo Manuel Linares se convertía en director tecnológico de Cash Converters (una conocida empresa con sede en Marbella que cuenta a día de hoy con 82 tiendas, y más de 2.500 empleados), en concreto para su división de micropréstamos. La experiencia de Linares en los inicios de Kibo como desarrollador de plataformas de empresas de micropréstamos (llegaron a montar 17 firmas dedicadas a este negocio creando su sistema de funcionamiento) ha sido decisivo en esta nueva alianza profesional.