Las Tablas del Rey, en Fuengirola: cocina de tradición y de autor con una sala impecable

Al primer grupo pertenecen platos como el chuletón de vaca vieja madurada, especialidad de la casa; el bacalao a baja temperatura sobre pisto y falso pil pil, los pimientos rellenos de bacalao con crema de marisco al roquefort o las croquetas de rabo de toro, que pese a los toques distintivos son platos que hablan de tradición, canónicos y bien resueltos. En la zona de autor encontramos su ensaladilla rusa (adictiva), que incorpora toques de cecina, algas, trufas, PX y una presentación con efecto sorpresa. ¿Creen que no funciona? Pruébenla. O el carpaccio de tomate, donde el fruto se presenta en una milhojas enrollada muy sabrosa y fresca que se acompaña de innumerables esferas, salsas y toques que hacen que cada bocado sea distinto. O la lubina ligeramente curada y soasada sobre vainas a la carbonara, muy redonda. Platos que requieren no solo una introducción, sino la ayuda que ofrecen los camareros para compartirlos y que todos los comensales disfruten de los matices que David, un enamorado de productos como el AOVE y las sales de calidad, busca en sus platos. Una cocina audaz con respeto al producto que asume riesgos y que evoluciona con voluntad de excelencia. Algunos platos se pueden pulir, pero hay buena base. Merece una mención especial el joven sumiller gaditano José María León Becerra, que derrocha talento y amor al oficio de camarero. Una sala muy competitiva.