El jardín de Lutz en Casares: Una cocina de precisión

Muchos jóvenes cocineros deberían detenerse en escudriñar la carta de este restaurante y la ejecución de los platos que a diario se elaboran. Lo que se iban a encontrar puede ayudarles a cambiar muchos conceptos que a día de hoy tienen y se tiene de la cocina del siglo XXI. Una de las cosas que más me gustan de este cocinero alemán enamorado de nuestra cocina es que no tiene ningún complejo a la hora de reconvertir y adecuar los platos de su cocina centroeuropea y también la andaluza a los gustos actuales haciendo una 'alta cocina neoclásica actual'.

La nueva carta de El Jardín de Lutz es todo un ejemplo de cocina perfeccionista y no solo nos va a sorprender por el emplatado de cada una de sus elaboraciones, también por ese respeto máximo al sabor primario de cada producto, algo que solo se consigue cuando se domina la técnica y no se utilizan ingredientes fuera de lugar por mucho color, sabor y aroma que puedan aportar al plato en sí. Aquí se viene a disfrutar de una cocina clásica con una puesta en escena vanguardista y para nada exenta de creatividad, una creatividad bien entendida. Pechuga de pintada con salsa de colmenillas y puré de patata o un solomillo de ternera lechal al estilo 'Viena', es decir, unos filetes muy finos, perfectamente rebozados, y con una guarnición de un puré fino de apionabo, son un claro ejemplo de esa cocina de precisión.

Los vinos y la bodega son responsabilidad de Agustín Navarro y la sala de Serrge Sudre,profesionales que junto con Lutz Bösing han hecho de este establecimiento uno de los grandes espacios gastronómicos de toda la Costa del Sol.