Otra forma de comer boquerones fritos en Araboka
El restaurante que capitanea Antonio Fernández incorpora a su carta una nueva versión de una antigua receta
¿Le suenan los Popeye? No vale el personaje de dibujos animados ni la cadena de pollo frito. En Málaga se conocía así a una ... forma de hacer los boquerones: se abrían, se rellenaban de espinacas con bechamel y se sellaban para servirse fritos. A Antonio Fernández le vino un día a la cabeza y ha querido recuperar la receta, pero actualizada. El responsable de Araboka lanzó la idea en cocina y el resultado ya está en carta: los boquerones fritos rellenos de queso. En concreto, el azul con ajo negro de Suculento.
Como cuenta el hostelero malagueño, ante todo se limpia bien el boquerón, se abre y, de dos en dos, a modo de sándwich, se rellenan con el queso reducido con nata y acompañado con piñones y albahaca, se cierran, se enharinan y se fríen. «Puede parecer algo sofisticado, pero tiene mucho de tradición. Nosotros le intentamos dar una vuelta, como una especie de cachopo, pero de boquerón, aprovechando además ahora que está en muy buen momento, jugoso y en su punto de grasa», puntualiza Antonio Fernández sobre esta nueva propuesta que se remata con huevas de trufa y se sirve por unidad a un precio de cuatro euros.
-
Dirección: Calle de Pedro de Toledo, 4 / Plaza San Juan de la Cruz (Málaga).
-
Teléfono: 952 124 671 / 951 233 888.
-
Precio del plato: Los boquerones fritos rellenos se sirven por unidad (4 euros).
En realidad esta es la versión evolucionada de otra receta similar que se elaboró ya anteriormente en Araboka, pero en aquel caso, con una base de pimientos rojos. Siempre fieles a esa línea de apoyarse en el producto de temporada y en la tradición, pero a la vez aportando un toque fresco y personal. Prueba de ello son algunas de sus elaboraciones estrella de estas fechas como el ajoblanco con helado Málaga, la crema de porra antequerana que preparan con verduras al horno («lo hace más sabroso», advierte Antonio Fernández) o uno de sus clásicos imprescindibles, independientemente de la época del año: el gazpachuelo con pulpo y langostino.
Y esto tanto en Araboka Centro como en el Plaza, que abría hace casi cuatro años para continuar con esa filosofía de cocina de cercanía bajo el paraguas con el que se ha identificado desde que nació: casa de comidas y vinos. No en vano, Antonio Fernández es uno de los nombres ineludibles de la sumillería y la sala en la capital malagueña. Sólo hay que ponerse en sus manos para comprobarlo.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión