Los azulejos de la Málaga mudéjar también se comen y se beben
Palacio Solecio organiza junto a Bodegas Bentomiz una experiencia que permite conocer los mosaicos históricos que decoran la ciudad y disfrutar de la gastronomía más autóctona
Bodegas Bentomiz y el hotel Palacio de Solecio han unido sus caminos gracias a la historia de Málaga y de los azulejos mozárabes que decoran ... muchos de sus edificios. Ambos han creado 'Un paseo entre azulejos y vinos', una experiencia que supone un viaje a la esencia mudéjar a través del sabor y del arte malagueño.
En concreto, ambos han confeccionado una actividad que narra parte de la historia de la ciudad a través de diferentes prismas: para comenzar, se propone un pequeño recorrido por los alrededores del hotel ubicado en la calle Granada para conocer esas piezas de artesanía; y para rematar, un menú maridado en el restaurante Balausta que permitirá a los asistentes llenarse la barriga con platos típicos de la gastronomía local o simplemente catar estos caldos malagueños.
El primer paso en este viaje lo ha dado la bodega instalada en Sayalonga y dirigida por Clara Verheij, una 'holandaluza' que lleva tres décadas creando sus propios vinos en la provincia. Desde el año 2008, y gracias a la ayuda de Estudio Vinario, lleva ilustrando las etiquetas de sus botellas con imágenes de algunos de esos azulejos históricos. En su portfolio cuenta con once variedades diferentes y cada una de ellas cuenta parte de la historia de la Málaga mudéjar.

Una Málaga mudéjar que también lleva a gala y defiende el hotel ubicado en la calle Granada. Su directora, Patricia Rodríguez de Velasco, explica que la experiencia se enmarca dentro de su estrategia por poner en valor el entorno que lo rodea y su legado artístico y por el deseo de organizar actividades diferenciales dentro de la ciudad y la ilusión de ofrecérsela tanto a los clientes alojados como a los propios malagueños.
En el pequeño recorrido por los alrededores del establecimiento se destacan el azulejo ubicado en al Museo Picasso, anterior Palacio de Buenavista; en el hospital de Santo Tomás, actual clínica Gálvez, y en el convento de San Agustín. El resto de los azulejos utilizados para las botellas no se han recogido porque se encuentran en la zona de la Térmica y se encuentran ya algo alejados.
Desde el punto de vista gastronómico se ofrece un menú maridado al precio de 90 euros o una cata de tres vinos de Bentomiz al precio de 30 euros. Ambas experiencias estarán a disposición de los clientes que lo soliciten previa reserva desde este jueves y se mantendrá de forma indefinida.
Sergio Solano, chef del restaurante, ha preparado para la ocasión una sardina soasada con pipirrana vegetal que se acompaña de un Ariyanas Romé rosado; un ajoblanco malagueño con tartar de cigalas de la Caleta de Vélez, gel de moscatel y frambuesas acompañado de un Ariyanas Pixel; un lomo de lubina a la brasa con navajas en salsa beurre blanc cítrica y judías verdes del terreno al ajillo maridado con Ariyanas Seco sobre lías finas; y presa de cerdo ibérico de bellota con cremoso de zanahoria encominada, berenjena asada y jugo de ibérico especiado con un Ariyanas tinto de ensamblaje. De postre, una torrija de pan brioche tradicional con miel ecológica, crema de leche merengada y sorbete de limón del Valle del Guadalhorce con un Ariyanas David.
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