La profundidad de los banquillos fue decisiva en Elche
Cuatro suplentes locales, Josan, Álvaro Núñez y los 'tanques' Mourad y Kaba, apuntillan a un Málaga sin unos relevos salvadores en el partido
Los listados de topes salariales que se publican cada temporada en septiembre y se actualizan tras el mercado de invierno generan un 'ranking' que no ... siempre coincide con la clasificación real. En realidad existen grandes disparidades, como la del Tenerife, sexto (12,05 millones de euros) en él y antepenúltimo en la competición liguera. En cambio, ayer sí que se notó el peso de un límite salarial importante en la categoría frente a otro equipo de zona media.
La profundidad de los banquillos marcó la diferencia en el choque, ante la persistencia del Elche por doblegar al Málaga. Al primero le iba la vida en ella (empezó la jornada tercero y la acaba segundo y dependiendo de sí mismo para ascender a Primera el próximo fin de semana) y al segundo, sólo el orgullo y poder mejorar la clasificación. Había un cierto espíritu de revancha entre los blanquiazules, tras el 0-3 de La Rosaleda, el primer gran varapalo que recibieron en la Liga.
El Málaga encajó el primer gol en el minuto 76, en un centro preciso de Josan a la cabeza de Kaba, defendido por Nelson. El segundo tanto, en el añadido (en el 93), fue otro envío desde la misma banda, pero ahora de Álvaro Núñez y hacia Mourad El Ghezouani, con un remate casi desde el punto de penalti que repele y desvía algo un zaguero. Los cuatro protagonistas directos o indirectos de los goles habían entrado en el curso de la segunda mitad, junto a Jairo Izquierdo. Resultaron decisivos. La frescura ofensiva de los locales desde el costado derecho, ante un Gabilondo más agotado, fue crucial.

También el paso dado por Eder Sarabia de apostar por dos delanteros tipo 'tanque', Kaba y Mourad frente a uno de partida, Agustín Álvarez. De un juego más combinativo a otro más directo, de envíos filtrados al área. Frente a ellos, el Málaga no tuvo soluciones en el banco. Resistió de forma meritoria hasta que la profundidad de las plantillas dictó sentencia. Pellicer introdujo a Galilea, Izan Merino, un discutidísimo Kevin, Dioni y a un reaparecido (sonó a premio por su tesón tras operarse) Dani Lorenzo.
Las soluciones en ambos banquilllos marcaron la diferencia. El tope salarial, concepto a veces clave, justo en un periodo ya de planificación de la próxima campaña. Si el Málaga busca un salto de calidad, pelear de verdad por las seis primeras posiciones, meterse de lleno en la lucha por el regreso a Primera, es fundamental el acierto en sus fichajes, máxime cuando todo hace indicar que volverán a ser pocas las incorporaciones (ante el elevado número de jugadores con contrato). Es la moraleja de la derrota en el Martínez Valero.
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