Partido de despedidas y reivindicaciones en La Rosaleda

El equipo blanquiazul completó los deberes de esta temporada, lo que sería la salvación, hace dos semanas, lo que le permite llegar a este último encuentro con la máxima tranquilidad y con el tiempo necesario para reflexionar sobre lo acontecido durante la competición liguera. Podrían despedirse hasta cinco jugadores que acaban contrato, aunque Loren Juarros comentó que está conversando con algunos de ellos para que sigan. Pero no está claro. Estos son los primeros que pueden despedirse (Baturina, Rahmani, Dioni, Manu Molina y Kevin). Y también hay otros que tienen opciones de dejar la plantilla y tienen contrato en vigor (hay varios candidatos que podrían encontrarse en esta situación).

También hay que incluir a Antoñito, el mejor jugador del equipo hasta que comenzó a destaparse su posible salida (se marchará al Newcastle). El juvenil, de sólo 18 años, no renovó y este sábado, si juega, disputará su último encuentro vestido de blanquiazul. Luego puede haber alguna salida sorpresa, cesiones acordadas… Y hasta el propio Sergio Pellicer, aunque tiene contrato para el siguiente ejercicio, se ha mostrado semanas atrás enigmático sobre su continuidad. Es previsible, en cualquier caso, que el entrenador, después del trabajo realizado y los resultados obtenidos, siga al frente del equipo.

Ahora, además, tendrá la palabra la afición, los seguidores que, batiendo todos los récords, han tenido que sufrir una gran crisis deportiva del Málaga durante buena parte de la segunda vuelta. Será el momento de pedir las explicaciones que se consideren oportunas, de una forma concreta, para evitar que aparezcan más problemas en el futuro. Porque el club se colocó esta temporada en la zona media-alta en cuanto a tope salarial y la próxima se quedará en un lugar similar, lo que obliga a la entidad a afinar algo más en la planificación.

Es el momento, de esta manera, de las reivindicaciones. Pese a que el club esté intervenido judicialmente, tiene capacidad de maniobra suficiente para preparar un proyecto algo más importante para el campeonato que viene. La salvación no puede ser ya un objetivo en una campaña que seguramente será la última que juegue el equipo en esta Rosaleda. Luego se marchará al estadio de atletismo para que se completen las obras que llevará al recinto de Martiricos al máximo nivel.

Probablemente será, asimismo, el partido de las oportunidades. Al menos se prevé que debute en competición liguera Carlos López en la portería. Y tampoco se descartan otras sorpresas en el choque de despedida. Aunque el objetivo será ganar el encuentro, sumar tres puntos más que permitan al equipo mejorar en la clasificación y conseguir unos mejores ingresos de la televisión.

El rival, el Burgos, llega en una situación parecida. Tampoco se jugará nada importante y trascendente, como el Málaga. De hecho, la jornada unificada se disputará este domingo, pero este partido ha quedado al margen. Muchos abonados faltarán, aunque se espera que la asistencia sea relativamente importante.