Jarro de agua fría
La ilusión para mantener la progresión positiva era tremenda, por lo que el mazazo final ha sido un verdadero jarro de agua fría
La afición esperaba con ansiedad este partido en Leganés tras el recital frente al Deportivo. La ilusión para mantener la progresión positiva era tremenda, por ... lo que el mazazo final ha sido un verdadero jarro de agua fría. Otra derrota. Por 2-0, en una demostración de incapacidad para marcar. Frente al equipo de Pellicer, un Leganés que no había ganado en casa, con problemas, pero este Málaga es una hermanita de la caridad: a los 3 minutos le facilitó el gol a los pepineros, mitad error defensivo, mitad mala suerte, lo que dio a los locales una tranquilidad que nadie esperaba, ni ellos mismos. El gol, y nunca mejor dicho por la infame hora a la que jugó, se nos atragantó a todos, pero especialmente a los jugadores, sabedores que una derrota nos ponía otra ve en las cuerdas: 4 puntos de 21, un bagaje estremecedoramente malo.
Aunque faltaba mucho partido, unos minutos después del primer gol del Leganés nos dimos cuenta de que no íbamos a marcar, porque Larrubia erró una clarísima oportunidad solo ante Soriano; el malaguista no iba a tener su día cara al gol, y todas las ocasiones de las que dispuso (varias) se fueron al limbo. En la pelota, ya se sabe, hay un dicho de que quien perdona pierde siempre, y eso le pasó al Málaga. Necesitamos no sé cuántas ocasiones, mientras sus rivales en cuanto encuentran un hueco nos hacen pupa; Leganés, tres ocasiones, 2 goles; Málaga CF, 5 ocasiones, 0 goles. Así nos vamos al garete, por tanto es normal que de nuevo se enciendan las luces rojas, con un Málaga en difícil equilibrio y con la sensación (ojo, repito, sensación) de que por dentro hay algo, pasa algo, suena un run-rún que no le viene bien a nadie.
La excelente labor de Juanpe (recuperado definitivamente para la causa) se estrelló con los errores de los laterales, la falta de acierto de nuestros extremos y la nulidad ante al gol. Encima, una nueva demostración de la pésima planificación (no me canso de decirlo porque se ha hecho fatal) de la Dirección Deportiva, cuyos fichajes de este verano hasta ahora aportan más bien nada y que ha sido incapaz de traer jugadores con un mínimo de 'pique' para revolucionar los partidos desde el banquillo. El mal partido del Málaga se mantuvo con los titulares y con los que salieron después, incluso si me apuran, la segunda parte fue mucho peor que la primera.
En fin, otra semana para elucubraciones y rumores, y lo que es peor, reitero, ese murmullo de que por los adentros de Martiricos las cosas no andan bien ni mucho menos. Como el equipo. Como su juego. Como su marcha. Hala, la ilusión de la noche del Deportivo no ha servido de relanzamiento. Esperemos
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