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Manolo Gaspar, emocionado durante la lectura de la carta de despedida. salvador salas

Manolo Gaspar se despide del Málaga entre lágrimas tras leer una carta

El hasta ahora director deportivo del club deja su cargo después del mercado de fichajes y tras algo más de tres años al frente de esta parcela

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Miércoles, 1 de febrero 2023, 14:04

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Manolo Gaspar dice adiós acompañado de los dirigentes, empleados y los representantes de la plantilla, con Sergio Pellicer y todos los futbolistas. El hasta ahora director deportivo del Málaga se despide entre lágrimas tras la lectura de una carta (tuvo numerosas interrupciones) en la que hace autocrítica, se muestra agradecido de forma generalizada y confiesa su fidelidad eterna al equipo de Martiricos. Deja el cargo tras el cierre del mercado de fichajes, que llegó hasta la noche del martes con la entrada de tres futbolistas y la salida de dos. Tuvo esta responsabilidad durante algo más de tres años, primero como interino y más tarde oficialmente al frente del cargo. Arrancó todavía con los Al-Thani al frente de la gestión y ahora se marcha con el Málaga intervenido judicialmente.

En este tiempo tuvo una etapa especialmente complicada, justo cuando el club fue intervenido y después de que llegara la pandemia, que la resolvió, junto con el administrador y Sergio Pellicer en el banquillo de una forma casi heroica. Más tarde, sin embargo, cuando había más dinero y la presión descendía, el equipo mantenía, igual que ahora, una trayectoria negativa que le obligó a cambiar constantemente de entrenador. En los últimos meses la afición lo responsabilizaba de una forma directa de los problemas deportivos, pues la planificación de la plantilla tuvo también que modificarla por las carencias observadas.

Esta es la carta completa leída por Manolo en una comparecencia en la que posteriormente respondió a preguntas más concretas sobre los sucedido en este tiempo:

«Estas semanas he estado pensando mucho sobre mi etapa en el filial del Málaga, y cómo aquel grupo de amigos lo consiguió todo cuando nadie esperaba nada de ellos. Llegamos al fútbol profesional y a partir de entonces nuestras carreras se aceleraron. Yo estoy muy satisfecho por cómo fue la mía, pero ya nada se pareció a aquel primer premio. El fútbol profesional siempre está marcado por las expectativas. Y, aunque uno está dentro de un vestuario y sabe la verdad de las cosas, nunca participa en el diseño de lo que se puede o se quiere conseguir.

Así fui quemando etapas… A veces era yo quien pensaba que el club no cumplía mis expectativas; y a veces era el club quien pensaba que se merecía un lateral derecho mejor. Pasado el tiempo, eso ya da igual. Puedo volver a todos esos lugares y saludar a aquellos profesionales… Algunas cosas que parecían montañas el tiempo las convirtió en anécdotas. Y queda, creo, el reconocimiento mutuo de gente que trabajó con honradez en un bien común.

Pues bien… Esta etapa también se acaba. Estos días pensé mucho sobre qué tenía que decir hoy. Pero la cosa, como contaba antes, es sencilla: soy el responsable máximo de la parcela deportiva del equipo y los resultados mandan. Es así de fácil. Siempre me ha pesado la responsabilidad. Pero, a veces, cuando creí que debía dar un paso al lado por esa responsabilidad, me convencieron desde el club de que el compromiso era quedarse y ayudar. Y así lo hice. El club me pidió que hiciera el mercado. Ahora el club ya piensa que es el momento de separar nuestros caminos.

Hasta hoy no he dejado de pensar ni un solo minuto en mi trabajo y en mi cometido como director deportivo. Pero terminado el mercado de fichajes de invierno llega el momento de decir adiós. para que el Málaga siga con líneas de trabajo diferentes y pueda ilusionarse mirando al futuro de otra manera. Momento para que los que me sucedan puedan planificar los siguientes mercados con tiempo para realizar un buen trabajo y asentar nuevas bases deportivas.

Asumo, por supuesto, mi parte de responsabilidad. Asumo mis aciertos y sobre todo mis errores. Aunque me gustaría dejar claro que mis decisiones se ejecutaron siempre mirando por el bien del club en cada momento. Desde el primer día hasta el último he tratado de ser fiel, honesto, sincero, comprometido y sobre todo leal con la causa Málaga. Para mí la lealtad es un lazo que no se puede romper jamás en una relación.

Han sido tres años sin tregua, de montaña rusa. Tres años en los que he visto salir a muchos compañeros de forma injusta pero necesaria, y donde también he visto prácticamente nacer de nuevo al club y tener que reinventarse cada año en un contexto muy complicado con una administración judicial. Me voy como siempre he salido del Málaga, aunque esta es la primera vez que me despido realmente desde que llegué al club en categoría infantil. Lo hago sin rencores, sin reproches y agradecido por una oportunidad que posiblemente en otra coyuntura no hubiera tenido.

Gracias a todos los trabajadores del club. Citarlos a todos sería imposible, pero venir a trabajar en los días más difíciles ha sido más fácil gracias a vosotros. Han sido muchas horas, muchos días y muchas noches luchando. Gracias a los jugadores y técnicos. Quedaros con lo que hemos hablado hoy (se dirige a los futbolistas presentes). Sigo confiando cien por cien en vosotros. Sé que lo vais a conseguir. Gracias a la prensa. A lo largo de estos tres años en el cargo he sentido apoyo y respeto y he entendido la mayoría de las críticas como parte de este juego y de mi trabajo.

Gracias a la afición. Es verdad que ahora no es nuestro mejor momento, pero quiero daros las gracias infinitas a todos los malaguistas de corazón que en todo este tiempo nos habéis apoyado de manera incansable en las buenas y en las malas, que últimamente han sido muchas. Ha sido un honor y un privilegio poder representar al Málaga, os aseguro que he tratado de ser el mejor director deportivo posible, y os pido perdón si alguna vez entendisteis que no estuve a la altura. Os pido también que os unáis en torno al equipo: en vuestras gargantas y en vuestras palmas está el camino.

Y por último gracias a mi familia. Tengo un hijo de cuatro años al que apenas he podido ver en este tiempo en el que me he dedicado de forma plena y exclusiva al Málaga. Os he desatendido y ahora es tiempo para estar con vosotros. Poco más, quiero desearle mucha suerte y mucha fuerza a los que lleguen al club en las próximas fechas, y también a los que siguen. Cuando me recupere volveré a La Rosaleda. Os deseo todo lo mejor, de corazón. Os quiero un montón».

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