El Málaga culmina en Castellón una semana negra

Las rotaciones semanales de Pellicer concluyeron con seis nuevos cambios en el once en el SkyFi Castalia, pero sin que Antoñito saliera beneficiado con la plaza de titular en ninguna de las propuestas iniciales, algo que no debe interpretarse como un hecho casual a estas alturas. Como era previsible volvieron Puga y Víctor García a los laterales, regresó Luismi tras cumplir su sanción, y aparecieron en los extremos Lobete y Rahmani, con Castel en punta, lo que dejó a Larrubia como una solución interior, donde más le gusta.

Se preveían goles, por el estilo particular del Castellón y su afán desaforado por el ataque, pero el partido tuvo un arranque decepcionante. La intensa presión local no dejaba pensar al Málaga, que tampoco concedía a su rival, pero era el equipo 'orellut' el que a base de sacrificios, como dejar a Alberto casi en el mano a mano constantemente con Castel, el que más ventajas obtenía. Lo intentó Douglas Aurelio, esta vez de teórico extremo derecho, en un tiro que repelió Nelson y en el que tuvo que meter el guante Alfonso Herrero para desviar a córner, y también Cipenga, la novedad blanquinegra del once, en una diagonal con un tremendo derechazo para el paradón del meta malaguista. Y el tercer intento fue el bueno, cuando Álex Pastor, que siguió otra vez como central diestro, despejó de cabeza y Van den Belt, el volante más posicional del equipo, la clavó en un tiro bajo desde fuera del área que no pudo ver a tiempo Alfonso Herrero.

Las huestes de Pellicer se conducían con más agresividad (0-7 en faltas pasada la media hora), y el choque quedó menos trabado tras el gol. Lobete pasó a jugar como segundo punta y Larrubia se abrió a la derecha, y empezó a asomar el Málaga, ahora ya sí con posesiones algo más largas. Las ocasiones, aunque no muy claras, fueron llegando, hasta el punto de que el Castellón reclamaba la llegada del intermedio cuanto antes: un tiro de Rahmnani a las piernas de Gonzalo, otro más peligroso de Larrubia uno cruzado de Castel, que salió mordido al tocar Alberto y al que no llegó Rahmani, y un peligrosísimo centro de Puga que atravesó el corazón del área de meta sin que lo tocara nadie.

El parón en el vestuario no benefició al Málaga, que tardó mucho en meterse de nuevo en el partido y amenazar a su excanterano Gonzalo. Estaba ya Antoñito en el campo, y después Dioni, pero el partido se detenía una y otra vez para atender a lesionados y si alguien inquietaba era el rival, con un cabezazo cruzado de Mamah, en un envío sin fuerza de Douglas Aurelio. Uno de los jugadores aquejados de molestias, Moyita, obligó a Schreuder a agotar sus cambios (hizo tres de una tacada, porque era su última ventana) a casi veinticinco minutos del final).

Y fue Villahermosa, uno de los recién entrados, el que se giró y abrió a la perfección el balón a Raúl Sánchez (de delantero centro a volante izquierdo), que le regaló el gol al atacante esloveno Bosilij, el primero desde su llegada al equipo este verano. Fue una jugada ajustada, al filo del fuera de juego, pero fue aprobada desde la Sala Vor y casi el 'game over' para el Málaga, casi inerte en el campo. El desajuste entre Nelson y Álex Pastor (ambos amonestados en el partido) fue notorio, porque los dos se desatendieron de la marca, y resulta curioso cómo Pellicer no incluye a Moussa y Murillo en las rotaciones de estos días, que en el eje de la zaga no han existido, al estar lesionado Galilea.