El férreo control de LaLiga al Málaga: contacto casi a diario con el administrador

Hace un mes y una semana, en una amplia entrevista concedida a 'As', Tebas entró de lleno en la situación del Málaga al ser preguntado por el riesgo de desaparición de algín club: «Está más apretado en el tema de tesorería, pero ha puesto algunas soluciones. Para el medio plazo va a tener que poner más soluciones. Pero ahora mismo yo creo que no (sobre el riesgo de desaparición). Hemos cobrado casi el cien por cien de los derechos audiovisuales. ¿Que hay clubes que están más apretados que otros? Desde luego. Pero que digan que alguno pueda desaparecer en quince días, ninguno». Esa reflexión en público del presidente de LaLiga no es más que el reflejo de lo que sucede día a día en la relación entre la patronal y el Málaga, indudablemente más fluida desde la llegada del administrador judicial que en la efímera etapa de Richard Shaheen como director general.

Porque desde el primer día Muñoz entendió que LaLiga debía estar informada casi al minuto de todos los movimientos en el seno de la entidad. La patronal había perdido la confianza en la gestión llevada a cabo por el presidente, Abdullah Al-Thani, pese a las buenas intenciones del asesor jurídico, Joaquín Jofre, que asumía competencias de director general y que posteriormente quedaba desacreditado por el propietario al imponer este sus directrices y negarse en todo momento a nombrarlo oficialmente en el cargo.

Que el Málaga esté bajo la tutela de un administrador judicial le ha ahorrado a LaLiga verse obligada a 'intervenir' el club, como hizo de facto tras la 'espantá' de Al-Thani en el verano de 2012 y durante muchos meses. Entonces, el director general, Vicente Casado, y el director económico-financiero, Manuel Novo, no sólo rendían cuentas ante el equipo liderado por Tebas, sino que incluso seguían sus directrices permanentemente para sacar al club del atolladero en el que se encontraba después de una mastodóntica inversión que en apenas siete u ocho meses ya no tuvo continuidad.

Nada más producirse su aterrizaje en La Rosaleda, el administrador comunicó a LaLiga que iba a contar con el respaldo absoluto de un juzgado (en este caso, el de Instrucción número 14, cuya titularidad ostenta María de los Ángeles Ruiz González) y que con ello existían garantías suficientes para adoptar las medidas necesarias cara a resolver la encrucijada en la que se encontraba el Málaga. Los problemas de tesorería en la entidad de Martiricos traían de cabeza a la patronal de clubes, que en momentos puntuales de esta temporada todavía no concluida temía que no pudiera hacer frente a los pagos.

A eso se refería Tebas en las referidas declaraciones cuando aludía a que el Málaga había adoptado «algunas soluciones» para resolver momentáneamente sus problemas de tesorería. La venta de Antoñín fue crucial, porque además se produjo apenas dos semanas antes del parón por los efectos del coronavirus. De no haberse realizado esta operación, el club no habría podido llegar a la meta; es decir, a terminar el campeonato.

Esa fluida relación LaLiga-Málaga hace que la patronal esté informada casi a diario de los pasos que da Muñoz e incluso de determinadas medidas que maneja el administrador para esas otras soluciones que exigía Tebas a comienzos de julio y que son imprescindibles para evitar tensiones de tesorería. Ya se ha producido un ERE entre los empleados, se ha procedido a recortar gastos y se ha reestructurado el club en cuatro áreas. Ahora toca reducir al mínimo la desorbitada masa salarial en la plantilla –es decir, las fichas prohibitivas de determinados jugadores–, el escollo más importante en el día a día y para la viabilidad futura de la entidad.