El Málaga tendrá que esperar para salvarse tras su fallida intentona de Elda (1-0)

El Málaga estaba siendo dominado por su rival y tuvo que esperar hasta el final del partido para intentar la igualada, algo que no llegó en las aproximaciones peligrosas que pudo protagonizar. La clave estuvo es esta inferioridad numérica, lo que permitió al Eldense crecerse y dominar a los blanquiazules, logrando el tanto de Juanto Ortuño y disponiendo de más oportunidades. De esta manera, la ventaja entre los dos equipos se reduce a seis puntos cuando quedan nueve en juego.

El equipo blanquiazul deberá conseguir el triunfo ante el Sporting el sábado si quiere garantizarse la salvación en La Rosaleda, pues el Eldense no jugará hasta el día siguiente. De todas formas, este único objetivo de la temporada sigue estando muy cerca.

Pellicer aplicó la norma más básica del fútbol al mantener el equipo que le estaba funcionando en los últimos partidos. También mantuvo el sistema de tres centrales en busca de cerrar la salvación, para lo que necesitaba, al menos, un empate en Elda. Y las sensaciones del arranque fueron excelentes, con chispa, presión y profundidad. De hecho, Lobete pudo adelantar a su equipo muy pronto, pero nuevamente estuvo desacertado en su golpeo final y dejó las cosas como estaban.

Lo peor para los visitantes, sin embargo, llegó unos segundos después, cuando en un contragolpe Galilea le hizo falta al exmalaguista Sekou cuando era el último defensor y se marchaba hacia la meta de Herrero, en un claro error defensivo. Y el colegiado lo tuvo claro y expulsó al central con una tarjeta roja directa, en el minuto 7. Eran las peores noticias para los hombres de Pellicer. El sufrimiento estaba garantizado a partir de ese momento.

Los planes del equipo se fueron al traste y ahora sería necesario reorganizarse para 'equilibrar' las fuerzas. Y el Málaga lo consiguió en primera instancia. Bajó a la defensa a Izan Merino, manteniendo una fórmula parecida, sacrificando un poco el centro del campo. Pero el Eldense comenzó a volcarse poco a poco sobre el área malaguista, llegando a embotellarlo con el paso de los minutos, disponiendo de oportunidades (una de Collado y otra de Sekou). Y Pellicer reaccionó con un cambio: dio entrada a Álex Pastor en el lugar de Antoñito para reforzar la zaga.

Eran los momentos más comprometidos para el Málaga. Sekou se quedó solo ante Herrero y envió el balón fuera, en otra ocasión. A partir de ahí mejoró defensivamente el cuadro blanquiazul, que pasó a una contundente defensa de cuatro hombres. El cansancio era el principal hándicap para los visitantes, que consiguieron llegar al descanso con la igualada inicial y con un par de amenazas en ataque. Estaba todo en el aire, pese a jugar en inferioridad.

Todo se mantuvo como antes del descanso. Y siguió el protagonismo de Sekou, que marcó en fuera de juego y después fue objetivo de comentarios racistas y se detuvo el partido unos minutos. Aunque lo peor llegó minutos después, cuando el Eldense se adelantó en el marcador por medio de Juanto Ortuño tras el pase del otro Ortuño. Llegó el temido gol, el cuadro local estaba sacando provecho a su superioridad numérica.

Era un duro golpe para el equipo de Pellicer, que ahora debería buscar la meta contraria para neutralizar ese tanto. Y con diez la misión era muy complicada. El técnico quiso 'refrescar' a los suyos con tres cambios juntos, dando entrada a Puga, Manu Molina y Dioni. Y reaccionaron los blanquiazules, aunque sus opciones de peligro en el ataque eran escasas. Comenzaba a esfumarse la posibilidad de sentenciar el campeonato, de garantizar la continuidad en Segunda.

Y el Málaga siguió apretando y arriesgando en los últimos minutos. Pero sus recursos eran mínimos y la épica se alejaba cada vez más. Los visitantes pidieron un penalti. El Eldense también pudo marcar el segundo en un contragolpe, pero Álex Pastor deshizo cualquier posibilidad de mejorar el marcador. De esta manera acabó el encuentro y la permanencia del Málaga quedará pendiente, al menos, hasta el siguiente partido, en casa ante el Sporting.