Demasiados pecados capitales en el Málaga
El Málaga sufre su sexta derrota seguida fuera, ante uno de los rivales más débiles, después de regalar el primer tiempo e intensificar de forma estéril el ritmo en el segundo, sin una ocasión muy clara en esos segundos 45 minutos
Un pase del lateral al extremo, un simple pase no incluido en una acción de contragolpe, ni en una recuperación y activación inmediata, desmontó al ... Málaga en León. En una de las salidas más propicias de la temporada, tampoco fue la ocasión de sumar fuera. El envío de Calero a Ribeiro sorprendió a media altura en el despliegue a Víctor García, Montero salió a tapar y el brasileño se fue por fuera del central con una facilidad pasmosa para encarar y definir en el 'mano a mano' ante Alfonso Herrero.
Demasiado fácil. Al Málaga se le han agotado las excusas. Hay numerosos pecados capitales en este equipo lastrado un partido sí y otro también por las bajas. Cara al domingo ante el Mirandés, dos más, los dos centrales habituales las últimas semanas, ambos sancionados, Murillo y Montero.
No se ha librado el equipo de partir con siete u ocho bajas desde la tercera jornada, un castigo excesivo, que no sufre ningún otro equipo en categoría profesional, pero a partir de ahí, una falta de determinación tremenda para afrontar los partidos fuera, algo que no consigue corregir su entrenador, Sergio Pellicer. Seis derrotas seguidas (Huesca, Burgos, Santander, Leganés, Castellón y, ahora, León), dos de ellas en los añadidos. Sólo a partir del 1-0, al inicio de la segunda parte estuvo dispuesto a intensificar el ritmo de circulación de la pelota antes, y con todo en esos segundos 45 últimos minutos no generó oportunidades claras. Algún tiro mordido, y muchos centros peligrosos. Dieciséis remates y sólo tres entre los tres palos.
Es un Málaga al que le cuesta horrores generar juego en el ataque estático, impreciso y con tendencia a conducir en exceso cuando dispone de transiciones, y muy incapaz a balón parado. El gol de la Cultural, en el único remate suyo entre los tres palos fue casi la única acción de peligro local, más otra regalada por Larrubia con un taconazo para evitar un balón que salía por banda y que concedió un contraataque casi letal.
Son muchos los jugadores lejos de su mejor versión, pero otros esperan en el banquillo en una situación aún menos boyante. Haitam lleva más de un año casi en blanco, Chupete viajó para rellenar, porque no había voluntad de que saliera ni en una situación de necesidad, dos filiales y más de un fichaje que no justifica la apuesta.
¿Tienes una suscripción? Inicia sesión