Adelante, ahora o nunca
Ha tenido que ser en Riazor. Allí, donde no fue capaz de superar una promoción que podía devolverlo a Primera, el Málaga ha conseguido su ... segunda victoria en la Liga. Y lo ha hecho con autoridad y mostrándose muy superior al otro afectado, el Deportivo. Vamos a pensar, y creer, que ha sido como un cambio radical en su propósito de enmienda o, tal vez, el premio a una serie de partidos en los que ya había merecido más. Nunca se ha dejado de creer en el equipo (que viene siendo lo mejor), pero este triunfo debiera servirle para, partiendo de cero, hacerse fuerte en La Rosaleda y 'temible' en sus salidas. Y que los aficionados, olvidando los malos ratos, contribuyan con su continuo apoyo a la 'resurrección' de un equipo que se empezaba a dar por muerto. Sin embargo, y entre tantos buenos propósitos, el único discordante sigue siendo el que más tiene que ayudar y que, en definitiva, es el culpable de tan preocupante situación; el señor Al-Thani -a quien hemos visto con todas sus galas árabes asentado en un sillón de fantasía- sigue en sus treces, desbaratando cualquier arreglo de buena voluntad; su última 'gestión', despedir a Pérez Caminero y seguir engrosando con 'su gente' los cargos nominativos y salariales del club. Si el equipo logra remontar esta situación, y parece que sí, todo quedará a expensas de que, llegado el mercado de invierno, algún mínimo arreglo en la estructura del club haga posible retocar la plantilla de jugadores que, además, pueda enaltecer en algo la moral del equipo y de sus miles de seguidores. Qué menos. Visto lo visto y dicho lo dicho, sólo queda esperar y que el equipo mantenga el tipo, sume puntos y gane partidos para que el posible arreglo que todos esperamos llegue a tiempo. El clamor despertado estos últimos días no debe decaer. Machacar en la apuntada posibilidad del cambio de propiedad parece ser la única posibilidad de arreglo. A ella habrá que aferraerse. Ahora o nunca. Más difícil parecía un Mundial en Catar y allí va a jugarse y nada menos que en vísperas de Navidad. Don dinero mueve el mundo.
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