Confinado en su casa del Centro de Málaga, a Juan Luis Cruz (Montilla, Córdoba, 1977) decano de los Ingenieros Técnicos de Telecomunicación en Andalucía, se le acumula estos días el teletrabajo. No en vano, a sus tareas profesionales añade el aluvión de peticiones por parte de los organismos públicos. Una de las últimas llamadas que ha recibido ha sido la del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, que se ha interesado por la situación del colectivo y la respuesta de las redes en la comunidad.
–Igual que usted, miles de malagueños están teletrabajando estos días desde sus casas. ¿Cómo valora esta nueva situación?
–Estamos asistiendo al mayor experimento de digitalización de la historia. No en vano, en pocos días hemos aprendido con mucha rapidez el concepto teletrabajo. Vivimos en un momento donde las familias pasan el 75% de su tiempo diario conectados a una red de telecomunicaciones fija o móvil. Las infraestructuras TIC y los profesionales que hay detrás son muy importantes para luchar contra esta crisis. Como decano del Colegio en Andalucía tengo que destacar que nuestros ingenieros están teniendo un compromiso social admirable: además de continuar realizando diseños, despliegues y atención a la ciudadanía, están facilitando que las redes proporcionen servicios de calidad a las empresas, a las comunicaciones de hospitales, a los cuerpos de seguridad, a los sistemas audiovisuales, a los servicios de ocio en red (consolas, vídeo o música bajo demanda, etc), a las plataformas educativas y de mensajería. En definitiva, detrás de estos servicios hay 'telecos' que trabajan al máximo y desde el silencio.
–¿Cómo están afrontando las redes de telecomunicaciones de Málaga la actual sobredemanda de tráfico de datos?
–La red de telecomunicaciones está aguantando perfectamente. España cuenta con una de las mejores infraestructuras de red del mundo. Es el primer país europeo en conexiones de fibra y el tercero del mundo, y eso está permitiendo soportar el pico de tráfico que están experimentando las redes en esta situación de alta demanda, gracias a los esfuerzos de los operadores y profesionales de las telecomunicaciones para garantizar la seguridad, la capacidad y la flexibilidad en estos momentos. Nos consta que los operadores tienen un 25% de capacidad reservada en muchos casos para poder dar servicios prioritarios si fuera necesario. Una gestión óptima del servicio unido a la capacidad de la red española permite que hoy por hoy los españoles podamos estar confinados y conectados a todos los niveles: trabajo, ocio y seguridad.
–¿Le preocupa que las redes lleguen a entrar en colapso con tanta demanda?
–El problema puede venir por el colapso de los servidores, que están repartidos por todo el mundo, es ahí donde está el problema y no tanto en la capacidad de la red española. Para acometer la demanda lo que se ha hecho por parte de los proveedores de servicios como Netflix ha sido bajar su calidad pero por un problema de capacidad de entrada en sus servidores, y no tanto por la capacidad de la red. Lo que sí nos preocupan son los posibles ciberataques, esta es hoy por hoy la mayor amenaza a nivel mundial con el confinamiento al que estamos sometidos. ¿Nos imaginamos que se cae el servidor de WhatsApp un día entero? Que los abuelos no puedan llamar o saber de sus seres queridos o que se caiga el servidor de videollamadas. ¿Qué harían las empresas para el teletrabajo? Ese es el problema que más nos debe preocupar y al que desde mi punto de vista menos caso se le está haciendo, y con poca conciencia de la población. Debemos aplicar el sentido común sobre las 'app' que utilizamos y los servicios que manejamos en la red.
–¿Cómo están viviendo esta situación los profesionales de las telecomunicaciones?
–Si hay un momento para sacar el máximo de nosotros mismos es este. Me siento muy orgulloso de los ingenieros técnicos, porque me demuestran que están al servicio de la sociedad y aportando siempre valores humanos y éticos, uniendo tecnología y sentimientos. Hay ingenieros que están investigando en mejoras de la detección del COVID-19 mediante la utilización de la inteligencia artificial; y en la Costa del Sol se han unido ingenieros para producir máscaras de protección sanitaria a gran escala con impresoras 3D. Los profesionales están haciendo todos los esfuerzos para adaptar su función profesional a los requerimientos de esta situación de excepcionalidad. Esta es una muestra más de que la digitalización debe dirigirse con conocimiento pero desde el corazón, ahora y después de esta crisis.
–Explíquese, por favor.
–Una de las principales virtudes de los 'telecos' son sus altas competencias técnicas. El reto que se plantea para los gobiernos no tiene precedentes, y por eso nos hemos puesto a disposición de todo el sector público en esta crisis. En Andalucía tenemos una red de asesores del sector público que pueden destinar su conocimiento en diferentes niveles, por ejemplo: diseñando soluciones de internet de las cosas que permiten el despliegue de sensores para la gestión y control de monitorización de la calidad del aire; sistemas de limpieza o desinfección automatizados; tratamiento del riego; gestión de residuos, incluso para facilitar el cobro de una prestación social mediante sensores. También estamos ayudando en el análisis de la información, el llamado Big Data: trabajando con los datos generados en los municipios, combinados con geolocalización, podemos desarrollar modelos predictivos y de control de zonas de riesgo de la pandemia. En resumen, ayudamos a la digitalización de los municipios, a planificar la conectividad y ciberseguridad de datos para el teletrabajo, la analítica de la información, servimos de asesoramiento técnico en proyectos y podemos ayudar en la formación del empleado público en múltiples áreas tecnológicas.
–¿Cuál será la tecnología con más futuro en un mundo marcado por el coronavirus?
–La industria tecnológica ha estado a la altura. Tengo especial interés en el 'Blockchain' porque se podrá autentificar que tienes el papeleo hecho, que cumples los requisitos de edad o de formación, etc, sin tener que pasar por una única autoridad, todos los procesos se abaratarán y acelerarán. Me entusiasma la idea de transformar el sector público, pero ya veremos.
–Por último, ¿cómo cree que será el mundo de las telecomunicaciones después del confinamiento?
–Lo que más me inspira es potenciar los valores humanistas entre los ingenieros, para que nuestro compromiso con la digitalización vaya combinado con un mundo más humano. Mi visión es una región donde todas las generaciones estén digitalizadas, ya hemos entrenado a más de 25.000 niños en el arte de la programación de robots. Estoy especialmente interesado en la innovación, el humanismo y el bienestar de las ciudades del futuro. De hecho, un reciente informe de la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras sitúa a los 'telecos' andaluces como la profesión de referencia en el diseño técnico de los hogares conectados de España. Tengo claro que necesitamos nuevos líderes, comprometidos con el resultado, más sabios y experimentados. También creo que el mundo post-Covid va a cambiar en tres aspectos: se van a recuperar sentimientos humanos y sociales; iremos definitivamente hacia un mundo empresarial digitalizado; y se va a transformar el sector público.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.